Zhao es una mujer que quiso abordar un avión en el Aeropuerto Internacional de Beijing con una botella de coñac Remy Martin en su maleta de mano. Por supuesto que al pasar por los filtros de revisión, le dijeron que no podía abordar con el fino licor, por lo que debía tirarlo, o bien, dejarlo ahí mismo. Cuál fue la sorpresa de las autoridades cuando vieron a Zhao abrir la botella y ¡EN ZERIO! beber hasta la última gota de coñac en ese mismo momento. Al poco tiempo la Policía encontró a la mujer tirada en el piso, pegando de gritos justo en el pasillo para abordar el avión. Ni siquiera podía ponerse de pie. Al enterarse de lo sucedido, el piloto de la nave decidió no permitirle el acceso, por lo que la ebria pasajera tuvo que curarse la cruda en un cuarto al que la llevaron en silla de ruedas para que descansara. Después de unas horas, la susodicha despertó y dio las gracias a los agentes por haberla cuidado.