Una pareja se disfraza para ir a una fiesta. A última hora una migraña indispone a la mujer, por lo que se va él solo. Más tarde se le pasa el dolor de cabeza a la mujer, decide ir a la fiesta y, de paso, controlar a su marido. Cuando llega al lugar, de inmediato la señora observa que su marido se liga a toda chica que se encuentra en el camino, incluida ella, quien finge no conocerlo, lo invita al jardín, lo arrincona y juntos pasan una noche de película. A la mañana siguiente, en pleno desayuno ella pregunta con cierta ironía: — ¿Qué tal la fiesta de ayer? “Pues mira, la verdad, sabes que sin ti no me lo paso bien, entonces, en vez de ir a la fiesta, me fui a casa de Toño y pasé toda la noche jugando póker con mis amigos. Pero supe por ahí que el que se la pasó de miedo fue Pedro, me enteré porque como yo no fui, le presté mi disfraz”. Autor: Pedro feliz.
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