Tal apodo es el que le han concedido a Antonio Vera Palestina sus nuevos compañeros en el Grupo Caliente. Ya sabe Usted, no es gratuito. Durante 25 años purgó la condena que le fue impuesta por el Juez Segundo de lo Penal en Tijuana por el asesinato de Héctor “El Gato” Félix Miranda, codirector de ZETA que fue hasta 1988, al ser asesinado, y años después, dos de sus homicidas materiales -Vera y Victoriano Medina- aprehendidos. Liberado el 1 de mayo de este 2015, Jorge Hank Rhon, su patrón en 1988 y por ello sospechoso de la autoría intelectual del crimen contra el periodista, lo volvió a contratar y en el mismo puesto: su equipo de seguridad. Envalentonado por lo que muchos han llamado “el pago a la lealtad”, a Vera le dio por placearse a la par que su patrón. Nada de ir atrás cuidándole las espaldas, sino a un lado y charlando con él. Sentarse en la misma mesa, y en hilera lado a lado. Hasta arma pidió para proteger a quien durante 25 años le mantuvo a la familia y le dio trabajo a los hijos. Ya andaba Vera dando órdenes de un lado a otro del Hipódromo y en el Grupo Caliente, cuando sus compañeros, que lo desconocen la mayoría, le empezaron a apodar “Matagatos”, “Pistolero”, “El Otro Chapo”, “El Incómodo”, entre otros motes. Cuando ya se les hizo mucha la exigencia del ex presidiario, fueron con el encargado de la seguridad en las empresas del ex reo de “El Hongo” y además ex secretario de Seguridad de Tijuana, Luis Javier Algorri Franco, quien puso al liberado asesino -con la ayuda de su patrón Hank- en su lugar y replegado. A ver qué pasa.