Ya no transita en la zona de la Garita Internacional de San Ysidro porque en las últimas tres ocasiones, personas que presume son taxistas, le han ocasionado daños severos a su vehículo. Maneja un Volkswagen Vento de modelo reciente, lo que ha sido suficiente para que la confundan con un chofer de Uber. La mujer, que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias, comenta que en los tres ataques fue a recoger a familiares y a su jefe a la garita, y una vez que éstos se subieron, arrojaron piedras contra su vehículo. Primero pensó que los agresores eran personas que querían robar su vehículo y por eso en ninguna ocasión se paró, aunque acepta que ahora que deduce lo que desde su punto de vista, en realidad pasaba –que la confundieron con un Uber-, lo mejor que pudo haber hecho fue seguir su rumbo. Hasta el momento no ha denunciado los hechos, solo ha dado a conocer su caso luego de pedir la opinión a la plataforma en redes sociales UberPacho. Aunque con ayuda del seguro del automóvil, ha tenido que pagar los deducibles por dos vidrios rotos y la abolladura de una puerta. “En todas ha parecido que soy de Uber, porque paso a recoger personas, pero creo que ése no es motivo para que me tiren piedras”, comenta. A propósito del tema, el alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán Orcí, comentó que se hará una consulta pública en el municipio para conocer la percepción de la ciudadanía sobre el servicio, y a partir de ahí decidir si se somete a algún tipo de regulación.