Actualmente el Ayuntamiento de La Paz mantiene una deuda con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 38 millones de pesos, y que ha dejado a varias dependencias municipales sin el suministro de energía eléctrica, tales como las oficinas del Municipio, DIF Municipal, Registro Civil, Servicios Públicos y Mercados Públicos. Además, en algunas zonas el alumbrado público no funciona, mientras los campos deportivos están a oscuras, por lo que los presidentes de ligas lamentan que “el torneo esté detenido, hemos tratado de negociar directamente con CFE, pero estos dicen que el adeudo del campo se tomará a cuenta de lo que debe el Ayuntamiento sin que se reconecte la luz”. De 62 áreas del Ayuntamiento, 28 están sin luz, y la solución que ve la administración paceña para liquidar la deuda es entregar un terreno en garantía a un gobierno local sin deudas, según expresó Francisco Monroy. “Estamos precisamente en negociación con ellos, vamos a ver si dejamos un terreno en garantía con ellos para que nos reconecten. Es de 11 mil 400 metros, está subiendo la panorámica donde era una desaladora antes, la verdad sí los vale el terreno, mucho más; eso dejaríamos de garantía”, aseguró el primer edil. Sin embargo, a la fecha no se le ha abonado ningún pago a la CFE: “Ojalá y ya hayamos llegado a un acuerdo para poder entregar el Ayuntamiento sin la deuda con la CFE, es la idea terminar bien y transparente la situación. La verdad se ha complicado porque es mucho más el costo operativo que lo que ingresa. ¿Se puede decir que estamos en bancarrota o en crisis? Sí., en crisis, pero no de esta administración, ya que otras han estado en crisis, pero se nos ha complicado porque la recaudación es poca y más se nos complica con la nómina”, reconoció Monroy. Pero este no es el único problema por el que atraviesa el Ayuntamiento de La Paz, pues es bien sabido que los pagos a trabajadores, primas y bonos no llegan de manera normal, en una administración que gasta más de lo que recauda. En la opinión de muchos, tiene una nómina insostenible. Incluso el Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de La Paz ha dado avisos que más del 50 por ciento de los pozos están sin funcionar por fallas, lo que abona aún más a las necesidades de los ciudadanos, sin agua y sin luz. En pocos meses, la administración de Francisco Monroy ha sido la más desastrosa en la historia de los ayuntamientos. En las periferias de la ciudad, donde vecinos carecen de servicios como agua potable por tubería o drenaje, vecinos hartos y decepcionados de las autoridades municipales exigen una solución, el suministro llega solo a través de pipas; sin embargo, siguen batallando para que el agua llegue hasta sus hogares. Hay ocasiones en que las pipas tardan más de lo normal, lo que ha dejado a familias sin el suministro hasta por veinte días. “Vienen cada dos semanas, a veces vienen bien o tardan en venir, no vienen, pues, regularmente como debería ser ahorita con el calor, y se necesita mucho el agua para lavar trastes, la ropa y todo eso”, lamentó. Durante años, los colonos han escuchado que las autoridades regularizarán la zona, pero ya no les creen. Reconocen que al actual alcalde le heredaron una deuda y problemas que no le corresponden, pero que sí le competen a la anterior alcaldesa priista, Esthela Ponce Beltrán, pues no supo administrar ni cumplir lo que prometió, como consideró Francisco Morgan. Bañarse es un lujo en la zona, ya que no todos pueden hacer, pues el agua se tiene que cuidar, inclusive comprar galones de agua purificada es la única opción, pero por día se gastan hasta tres galones para subsistir y el precio alcanza los 25 pesos. “No nos bañamos porque no tenemos agua, para tomar pues compramos, su servidor aquí se gasta tres galones al día. Yo les digo a las autoridades municipales y estatales, yo le dije a la presidenta municipal, desgraciadamente estoy enojado con la presidenta priista que tuvimos, porque yo le dije: ‘Mire, si usted es la autoridad que elegimos, haga las cosa bien’, y nada”, compartió Morgan. Con una mala administración, una nómina insostenible y recursos aplicados en cuestiones que no denotan el gasto, los servicios públicos necesarios para un Ayuntamiento y la ciudadanía son prácticamente nulos.
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