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sábado, octubre 12, 2024
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Autoridades ineficientes, crecen criminales

Desde 2014, con mayor actividad criminal entre mayo y julio de 2015, tanto en el Gobierno del Estado como en el XXI Ayuntamiento de Tijuana, cuando se refieren a los responsables de los asesinatos que suceden -cada vez con mayor intensidad- en la ciudad, dicen que se trata de delincuentes “sin rango dentro del mundo criminal”, pero no los han aprehendido. Mencionan una y otra vez, los mismos nombres: * Arturo Govanni Gómez Herrera “El Gross”. * Raúl Miranda Ordaz “El 300” y/o “El Alejo”. * Víctor Hugo Mejía López “El Griego”. * Los apodos “El Moreno” y “El Tribi”, de quien aseguran, ha sido asesino al servicio de “Los Güichos”, “Los Aquiles” y “Los Atlantes”, y según las autoridades, sigue cambiando de bando. Quizá desde el cambio en el discurso oficial, cuando decidieron desde el Gobierno Federal no magnificar delincuentes, llamándolos “líderes de células”, “sicarios”, “lugartenientes”, o a las bandas cárteles u organizaciones criminales, pero ante el hecho de minimizar al delincuente, da la impresión que los gobiernos -particularmente los locales- han sido rebasados por la inseguridad que mantienen las “bandas” de esos “delincuentes sin rango”. Al mismo tiempo, tanto en el Estado como en el Municipio, investigadores coinciden: estos homicidas reciben apoyo de policías. Incluso han detectado las zonas donde les parece evidente esta dupla criminales-policías: * Playas, donde un supervisor fue denunciado por haber sido visto recibiendo dinero de criminales en una maleta. * San Antonio de los Buenos, donde desde la llegada del jefe  Sergio Martínez, los asesinatos impunes en la zona se multiplicaron, hasta ocupar el nada honroso primer lugar por delegación. * La Presa Rural, donde incluso tienen a dos jefes policíacos señalados de corrupción, a quienes identificaron por sus apellidos, “son Macías y Mayer”.       Arrecian ejecuciones   Catorce asesinatos se cometieron entre el viernes 24 y el miércoles 29 de julio, solo hubo detenidos en un doble homicidio. En el mismo lapso, se reportaron privaciones de  la libertad en los casos de tres personas que después aparecieron torturadas y asesinadas. Además de un homicida que se escapó después de que vecinos de la colonia, vieron cómo tiraba un cadáver.  Uno de los detenidos, tras ser lesionado, informó que las esquinas -para venta de droga- estaban muy caras y muy peleadas, y ejemplificó que él vendía unas tres onzas de cristal a la semana y sacaba 13 mil pesos, de los cuales se quedaba con 5 mil y entregaba 8 mil. También, que su jefe criminal, de la célula de “Los Uriarte”, lo ha mandado a vender a “puro territorio enemigo”.   Una limpia y “Los del Inge”   Por la noche del viernes 24, Gilberto Barreras Sánchez se encontraba en la calle  Prolongación Santos Degollado, Anexa Niños Héroes de la delegación San Antonio de los Buenos. Estaba identificado como vendedor de droga en la zona, pero se encontraba en libertad. Alrededor de las 9:00 pm, se reportaron balazos en la zona y al llegar los policías lo encontraron muerto. Una hipótesis de los investigadores refiere que hubo por lo menos dos atacantes, conocidos, porque les permitió acercarse. Uno le disparó cuatro balas calibre 45, y el segundo, seis balas calibre 9 milímetros. Ambos huyeron entre la oscuridad con tranquilidad. El análisis policíaco indica que este vendedor de narcóticos fue acribillado en medio de una “limpia” criminal que se desata en el área que abarca las colonias Miramar, Internacional, Cañón de las Palmeras, Soler, Francisco Villa, Cañón del Pato, Niños Héroes, hasta la Obrera. Además, se le ubicaba en el mapa criminal de la zona como “tirador de ‘Los del Inge’, que se están reagrupando” -los del Cártel Arellano Félix- y que pertenecía a la célula de uno apodado “El Grandote”. De igual manera, los investigadores refieren respecto a anteriores indagaciones, que las ejecuciones las ordena uno identificado como Raúl Miranda Ordaz y “El Tribi”, con lo que suponen, este último ya no asesina para Sinaloa, sino para la reagrupada organización criminal CAF, donde también tienen identificado en esa zona a un hombre llamado Brígido García.       Muertes por revancha   Del hombre asesinado, cuyo cuerpo desnudo y atado de pies y manos fue tirado la noche del domingo 26 de julio en el Bulevar 2000, a la altura del fraccionamiento Altiplano Segunda Sección en La Presa Rural, los investigadores señalaron a un sospechoso: Víctor Hugo Mejía López  “El Griego”. Según la investigación, el hombre aún no identificado fue torturado “porque querían que les dijera quién privó de la libertad y  mató a un pariente del ‘Griego’ el 21 de julio, y tiró su cadáver en Rosarito”. A un lado de donde tiraron el cuerpo, dejaron una cartulina con el mensaje: “LAS TRAISIONES SE PAGAN CON ESTE SAPO NO SE PAGAN.UN HOMBRE BAMOS POR MAS “ATTE EL DE LA G.”. La interpretación policiaca es que tras la “traición” habrá más muertes de miembros de la célula contraria para vengar la muerte de Víctor López, cuyo cuerpo fue localizado sobre el Corredor 2000, a la altura de Rancho La Fortuna, en Rosarito. La noche previa lo habían privado de su libertad, cuando fue a vender un auto en el fraccionamiento Residencial del Bosque, a pesar de estar en compañía de otro hombre a quien dejaron en libertad. Cuatro sujetos armados se lo llevaron en una vagoneta y apareció muerto en la caja de un pick-up.   Matan a otro; vendía droga en su casa   Jorge Rodríguez Cruz, de 42 años, vendía droga que recibía de un sujeto al que las autoridades solo identifican como “El Moreno”, ambos bajo la jefatura criminal de Arturo Govanni Gómez Herrera “El Gross”. No batallaba, le entregaban los paquetes de droga en su casa y ahí los vendía, sus consumidores llegaban a todas horas del día, le chiflaban desde el patio, él salía, tomaba la orden y regresaba con la mercancía. Pasadas las diez de la noche del domingo 26 de julio, el homicida llegó sin hacer ruido, ni siquiera se tomó la molestia de acercarse. Rodríguez estaba en la cocina de su casa, ubicada en Calle Rancho Alegre número 9, Colonia División del Norte, Delegación Sánchez Taboada. Lo vio parado en la venta, le disparó y le dio en la cara. Su esposa e hijo estaban en la vivienda. Dijeron que al escuchar los balazos corrieron a la cocina y lo encontraron muerto, pero no pudieron ver al atacante.   Repiten armas y dos detenidos   El único caso de homicidio en la semana que las autoridades pudieron relacionar con otros expedientes abiertos, ocurrió antes de las once de la noche del lunes 27, en Calle Cuarta esquina con Calle B, Colonia Roberto de la Madrid, Delegación Centenario. Varios jóvenes estaban reunidos en ese punto a esas horas de la noche sin hacer nada, cuando llegaron otros muchachos. Les dispararon, se dispersaron y solo Fernando Compeán quedó muerto. Se encontraron seis casquillos calibre 45 y cuatro calibre 9 milímetros. Las dos armas utilizadas en este ataque, salieron positivas. Se habían utilizado en dos asuntos de lesiones: * El 17 de julio de 2015, balearon a Guillermo Vallejo Ortiz en Calle Benito Juárez del fraccionamiento El Pípila II. * El viernes 24 de julio hirieron a César Corona G., en el entronque de las calles Solidaridad y Bulevar Cucapah, Colonia Gabriel Rodríguez.   Otro caso con leves avances fue el doble homicidio reportado a las 4:45 am del martes 28 de julio, las víctimas fueron identificadas de manera preliminar como Claudia Eliza Guardado Martínez, y un hombre al que identificaron como “La Flor”. Dejaron los cuerpos baleados con una pistola 9 milímetros en la vía pública, sobre Calle Juan de la Barrera, frente al número 14509 de la colonia Los Arenales. La Policía Municipal reportó que vio a los homicidas en la escena del crimen, los persiguieron y dieron alcance en el fraccionamiento El Lago. En este caso los agentes locales presentaron a Armando Raygoza Carrillo y Jesús Antonio Ide Peñuelas, y la escuadra 9 milímetros que tenían en posesión, la cual dio positiva en otro homicidio: el de Marlo Francisco Alfort Bautista, cometido el 2 de julio en la colonia Buenos Aires Norte, Delegación Cerro Colorado.   Privados de la libertad   La noche del lunes 27 de julio, vecinos del Callejón 16 de Septiembre, frente al número 8602 de la colonia Anexa Buena Vista en Mesa de Otay, vieron cómo un hombre sacaba un cuerpo de la cajuela de un vehículo Acura y lo tiraba. Al verse descubierto huyó. El cuerpo era de José Manuel Quiñonez López, quien horas antes había recibido la violenta visita de sus atacantes en su casa y frente a su familia. Lo habían amagado. Le preguntaron por la droga y el dinero, revolvieron la casa buscando algo que no encontraron y se lo llevaron.  A las 12:05 am del martes 28, peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dieron cuenta del cadáver. Uno de sus familiares reconoció que la víctima “… posiblemente se dedicaba a cosas ilícitas”, y que lo deportaron porque lo encontraron con droga en Estados Unidos. Más o menos al mismo tiempo, otro comando criminal se llevó a dos personas, después “uno habló a su casa para decir que debía dinero y que le llevaran 2 mil 700 dólares y el carro que estaba vendiendo”. La familia entregó lo solicitado, por eso la primera versión fue que habían secuestrados a dos vendedores de autos. Los cuerpos de ambos hombres fueron localizados la tarde del miércoles 29 de julio, dentro de una casa en la colonia Buena Vista; los habían golpeado y estrangulado.   Lesionados   En cuanto a los lesionados, dos casos llamaron la atención esta semana, el primero la madrugada del sábado 25 de julio, cuando Cristian Iván Limón, cantante de la banda de narcocorridos Los Nuevos Ferraris, resultó herido mientras cantaba en La Cantina VIP, en el interior de la Plaza Fiesta en la Zona Río. De acuerdo con la víctima, estaba en el escenario del bar cuando se escucharon detonaciones. Él y muchos de los presentes se tiraron al suelo, pero se dio cuenta que estaba herido y, como pudo, corrió al baño para refugiarse y ahí estuvo por diez minutos, hasta que según su declaración, llegaron los empleados del establecimiento y la Policía. A pesar de que se encontraron casquillos afuera del ventanal de la cantina, y algunos orificios aparentemente de entrada, la PGJE no define si el agresor disparó dentro o fuera del local. Limón dijo no saber quién querría atacarlo, pero manifestó que recibió amenazas por su cuenta de Facebook porque toca corridos, los cuales ensalzan a matones y traficantes del grupo de Alfonso Arzate “El Aquiles”, de quienes reconoció, le mandan las letras y él nada más las canta. Después declaró  que ni siquiera estaba seguro que fuera en su contra. Información que no fue dada a conocer, llevó a la PGJE a suponer que el atentado pudo ser por una canción dedicada a un sujeto apodado “El Boti”.   Luis Javier García Jiménez “El Boti” fue asesinado el 21 de abril, según lo declarado por el detenido  Marco Antonio Lizárraga Ramírez, como parte de la pugna entre “El Gross” y “El Griego”. Otro lesionado fue Giovanni Gama Hernández “El Isis”, mencionado en dos averiguaciones previas llevadas por la Procuraduría del Estado por homicidio y varias de lesiones. Se le identifica como matón de Raúl Ordaz “El Alejo”. Lo hirieron en la cadera la mañana del martes 28 de julio, cuando estaba en la casa de su suegro en la colonia Anexa San Ángel, intentó evadirse dando otro nombre, pero al ser identificado y notificado que le harían efectiva la orden de reaprehensión emitida por el Juzgado Octavo de lo Penal del expediente 830/2014 abierto por robo con violencia y girada el 10 de octubre de 2014, decidió amenazar a los agentes. Les advirtió: “Me los voy a chingar”.   Desconocidos   El viernes 24 de julio, dentro de un  Toyota Tercel color verde con placas de California y con reporte de robo, la autoridad levantó el cuerpo de un hombre robusto quemado en el 90 por ciento; lo incendiaron en la cajuela del auto, el cual se encontraba en el fraccionamiento Moreno de La Mesa. El sábado 25 levantaron otros cuatro cadáveres: en La Morita Primera Sección, un hombre con surco de estrangulamiento, atado de pies y manos, y tres heridas en la frente por arma de fuego, estaba dentro de una camioneta con reporte de robo. Debajo del puente de la Avenida Internacional, en Zona Río, otro masculino desconocido, a quien le estrellaron un bloque en la cabeza. Parecía ser trabajador de maquila, pues llevaba consigo una mochila con ropa, revistas y credencial de Servicenter. Y en un cañón despoblado con acceso por la calle Soldadores en el reacomodo Sánchez Taboada , otro hombre en estado de putrefacción, tenía herida en el costado derecho provocada por un instrumento punzo cortante, y los pantalones abajo. Finalmente, casi a las cinco de la tarde en la colonia Nueva Aurora, Delegación San Antonio de los Buenos, a un costado de una vereda de ascenso y descenso sin pavimentar, nombrada Avenida del Sol, a un costado del camino tiraron un costal de los que regularmente contienen azúcar o harina. En el interior estaba el cadáver de un hombre en estado de putrefacción de aproximadamente 40 a 45 años, tenía varias fracturas expuestas en la cabeza.     En cateo a taller mecánico, encuentran cristal y marihuana   Alrededor de 60 kilogramos de cristal y 36 kilos de marihuana fueron encontrados en el cateo realizado por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y peritos, adscritos a la Procuraduría General de la República (PGR), en un taller mecánico ubicado en la colonia Buenos Aires Norte en Tijuana. Tres días después de que el viernes 24 de julio, elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) incautaran 69 kilogramos de cristal y siete de heroína frente al domicilio, un juez federal emitió una orden de cateo para que se realizase el operativo. A las 2:00 pm del lunes 27 de julio de 2015, los agentes federales arribaron al domicilio ubicado en el número 43 de Calle Bahía de los Ángeles esquina con Avenida Ejido Los Álamos de la colonia perteneciente a la delegación Cerro Colorado, en la Zona Este de la ciudad. En presencia del agente del Ministerio Público federal, oficiales y peritos localizaron 129 contenedores de plástico con aproximadamente 60 kilos de cristal, tanto en tres maletas al interior del inmueble, como esparcidos en el patio. Además, en el piso de concreto de la construcción de un piso, los oficiales encontraron un pequeño orificio que a su vez escondía un compartimento subterráneo en forma cuadrangular que escondía 36 kilos de marihuana. También en el operativo realizado por la PEP, el viernes 24 de julio, fueron detenidas seis personas. Carlos Armando Flores Carrasco, de 27 años de edad, originario de Tijuana; Manuel Ayón Tapia, de 31, de Cósala, Sinaloa; Antonio Sánchez Durán, de 33, nacido en Durango; y José Luis Armenta Hernández, de 60, originario de Ahome, Sinaloa, se encontraban a bordo de dos vehículos donde fueron localizados 69 kilogramos de cristal. Mientras que Mario Alfonso Ayón Corrales, de 33 años de edad, y Ramón Ayón Cruz, de 48, oriundos de Durango y Sinaloa, respectivamente, salieron del taller mecánico cateado con una maleta que contenía 14 recipientes y siete paquetes con heroína. Aunque los seis hombres fueron puestos a disposición del Ministerio Público federal, Ayón Tapia y Ayón Cruz fueron liberados por orden de un juez federal, en lo que se integra la investigación correspondiente. El resto de los aprehendidos continúan bajo arresto por posesión de narcóticos. Elementos de la PEP se mantuvieron en el perímetro del inmueble desde el viernes 24, ya que uno de los detenidos refirió que al interior del lugar se localizaba más droga. Los policías estatales también estuvieron presentes durante el cateo. En el predio se encontraban dos vehículos, uno tipo sedán y una camioneta, con el cofre y la cajuela abiertos, así como algunas herramientas y una rampa para el acceso de los automóviles. A un costado del inmueble, se localiza un edificio con departamentos. Los contenedores de plástico con cristal, estaban clasificados por tapas de distintos colores, como se ha visto en decomisos realizados previamente como el de una tabla de surf hallada en las costas de Tijuana, en junio de 2015.   Otro decomiso millonario     La tarde del mismo 27 de julio, elementos de la PEP capturaron en la delegación Cerro Colorado, a los sinaloenses María Laura Carbajal Serrano, Agustín Lizárraga Núñez y Jaime Alejandro López Peñúñuri, todos originarios de Culiacán, Sinaloa, quienes dijeron delinquían para José Soto “El Tigre”. Los traficantes estaban en posesión de dos autos, 108 kilos 500 gramos de cristal, 46 kilos de cocaína -equivalentes a 230 mil dosis- y 43 kilogramos de heroína. Un promedio de 1 millón 660 mil 085 dosis que, según la Secretaría de Seguridad Pública, tiene un valor superior a 121 millones 754 mil pesos.   José Escudero sigue desaparecido, autoridades ya no lo buscan   En enero de 2013, José Escudero desapareció en el poblado de Cataviña, en Ensenada, en la zona de la cantera San Telmo Ónix. La última vez que su familia lo vio fue el 3 de enero y reportaron su desaparición el día 28, cuando fueron a buscarlo porque no regresó al puerto ni respondió llamadas telefónicas. Los primeros días del reporte, la Procuraduría General de Justicia del Estado encabezó una búsqueda que abarcó solamente 500 metros a la redonda de la casa de la víctima. Conocedores de que se trata de una zona donde muchos de los residentes se dedican al tráfico de drogas, la Secretaría de Seguridad Pública realizó otro operativo intensivo, hubo varios detenidos que posteriormente fueron libreados, pero nadie dijo nada de lo que pudo pasarle a Escudero. Esta semana, Juana Rincón, madre de la víctima, estuvo en ZETA para informar que de la PGJE, representada en Ensenada por el subprocurador Marco Antonio Chavarría, le informaron que habían cerrado el caso; tuvo que contratar un abogado para ampararse y evitarlo desde finales del año pasado. “Estoy desesperada, yo solo quiero saber qué pasó con mi hijo, pero ya no lo buscan, nunca mandaron llamar a  los empleados de mi hijo con los que tuvo problemas”, y aseguró que cuando Chavarría era el investigador a cargo del caso de su vástago, llegó el momento en que le dijo: “Para qué sigue buscando, señora, a su hijo ya se lo comieron los tiburones”. ZETA consultó al licenciado José María González Martínez, subprocurador contra la Delincuencia Organizada, del presunto cierre de este expediente, a lo que explicó: “No se puede cerrar hasta que prescriba, y son varios años -este caso lleva apenas dos años-, y cuando se cumpla el tiempo, la familia puede acceder a recursos legales para evitar que sea archivado”. Le pareció extraño que a la señora Rincón le expusieran algo diferente. Otro abogado de la PGJE detalló que existe la posibilidad de hacer lo que se llama una consulta de archivo por no delito, y en el proceso, el Ministerio Público tiene que probar que no hay, que no existió un delito; entonces la autoridad debe informar a los denunciantes y un juez determina si el MP tiene o no razón. “Pero en dos años, ninguno de estos expedientes prescribe”, indicó.    

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