Esteban Morales Martínez sostiene que la información difundida por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), en la que se le identifica como miembro de la banda delictiva “Los Cuates de la Obrera”, de los hermanos Lucre Antonio y Marco Cerda Pacheco –detenidos—, es falsa, y que la detención de la que fue objeto no se parece nada a la que los oficiales plasmaron en su parte informativo. El jueves 13 de agosto, la dependencia estatal, informó que la Policía Estatal Preventiva (PEP) detuvo a quien es el principal distribuidor de droga en la colonia Obrera y sucesor de los antes mencionados. Que traía consigo una bolsa con 60 gramos de cristal y un arma de fuego calibre nueve milímetros. También, que de acuerdo al análisis de información que hizo la corporación, se supo que Morales Martínez o “el R6”, seguía órdenes de “el tragedias”, cómplice directo de Alfonso Arzate García “El Aquiles”. En el parte, firmado por los elementos Roberto Cervantes Díaz y Jesús Moraila Gaxiola, quedó escrito que el miércoles 12 de agosto a las 8:45 de la noche, Morales fue ubicado en la calle 20 de noviembre de la colonia Cima, bajando se su vehículo, un Nissan Tsuru color blanco. Mencionan que el detenido se levantó la playera y pudo observarse un arma de fuego color negro que traía fajada, lo que motivó la detención. Que ante él se identificaron plenamente y que se le leyeron sus derechos. Esteban Morales Martínez fue trasladado a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y luego a la Procuraduría General de la República, donde se le fincaron delitos contra la salud y portación de arma de fuego. El asunto se consignó al juzgado Quinto de Distrito, y pagando fianza logró salir una semana después de la penitenciaría de Tijuana. A ZETA acudió el miércoles 26 de agosto en compañía de su esposa y dos testigos, quienes pidieron anonimato. Aseguró no ser la persona señalada por la SSPE y no dedicarse a la delincuencia organizada. Sostuvo ser empleado de una empresa de herrería ubicada a unos metros del lugar de su detención. Cuando la intervención de los que identifica como seis policías estatales, conducía el vehículo hacia su trabajo en compañía de su esposa y sus dos hijos menores de edad. De acuerdo a su dicho, se portaron agresivos y se dirigieron a él con palabras altisonantes. Minutos después arribaron dos policías municipales, que según su esposa, estaban atendiendo el llamado de emergencia que ella hizo. Sin embargo, después de una breve charla se marcharon. Morales Martínez, además relata que los estatales le dijeron que lo iban a dejar ir, pero como habló al número de emergencia, “se lo iba a cargar la verga”. Dijo que fue llevado a las instalaciones de la PEP, donde lo golpearon y le mostraron fotografías de distintas personas a las que tenía que identificar, pero que no reconoció a ninguna, que fue fotografiado y luego le mostraron el arma y la droga que supuestamente tenía en su poder. Al momento, lo único que ha hecho el quejoso es acudir a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, donde se abrió el expediente 680/15 el martes 25 de agosto. Por su parte, la SSPE informó que el departamento de Asuntos Internos ya tiene conocimiento de los hechos y que han tratado de establecer comunicación con el quejoso, no obstante, no les ha sido posible. La intención, agregó la dependencia, es investigar si la detención fue irregular, y si efectivamente, Esteban Morales Martínez, no es “el R6”.