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sábado, septiembre 21, 2024
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Una larga batalla

“No le tengo miedo a la muerte, sé que va a llegar el día que tenga que llegar y sé que esto va empatado con un plan magistral; mientras yo no cumpla con mi función en este mundo, con mi tarea, no me voy a ir, así me llegue el cáncer y otras cosas más”, expresaría en conferencia de prensa a los medios capitalinos Joan Sebastian un 13 de abril de 2013, precisamente en la presentación de su disco “13 Celebrando 13”, en honor al número que le traía suerte y que le significaba mucho al hijo pródigo de Juliantla. Casualidad o destino, fue el 13 de julio de 2015 que la lucha contra el cáncer en los huesos terminó para el compositor. El “Rey del Jaripeo” falleció a los 64 años en su rancho de Cuernavaca, Morelos. Su deceso causó consternación en el medio artístico. Con su muerte, nace la leyenda, de uno de los cantautores más prolíferos en la industria de la música.   Compositor, productor musical, cantante y actor, su trabajo se distinguió por abarcar géneros desde el pop, ranchero, banda y balada. Tema que escribió, llevaba el sello de éxito, ya sea en su propia voz o en aquellos intérpretes a los que les compuso canciones. Su discografía suma 53 producciones, logrando llevarse a casa siete premios Grammy Latino y cinco Grammy, siendo hasta la fecha el cantante mexicano con más gramófonos americanos por su labor discográfica.  “Secreto de Amor”, “Tatuajes”, “Un Idiota”, “25 Rosas”, “Juliantla” y “El Primer Tonto”, son algunas de las composiciones emblemáticas del también llamado  “Huracán del Sur”. José Manuel Figueroa (su nombre de pila), nació el 8 de abril de 1951 en Juliantla, Guerrero, en el seno de una familia humilde. Desde temprana edad comenzó a experimentar su pasión por la música. A los 17 años emprendería su carrera artística, de la que se enamoró en cuerpo y alma y a la que no abandonaría jamás. Poseedor de un gran talento, su legado musical quedará en sus producciones, así como en aquellos sencillos que regaló a artistas como Lucero, Vicente Fernández, Alberto Vázquez, Diego Verdaguer, Alicia Villarreal, Pepe Aguilar, Alejandro Fernández, entre muchos más; sumando más de mil 200 temas, historias en las que siempre expresó sus vivencias y sentimientos. Joan dejó inconcluso un álbum en el que estaba trabajando, y que a raíz de sus recaídas, producto de complicaciones derivadas del cáncer de huesos que padecía, no logró terminar. Su lucha contra el cáncer Convertido en una leyenda como intérprete, compositor y productor, la música fue para Joan Sebastian un regalo divino, que además de darle fama y fortuna, le brindó felicidad; logró recorrer el mundo, pisar importantes foros y ser reconocido a nivel internacional. Nada lo detenía, la música era la realización de sus sueños y el futuro le sonreía, hasta que en 1999 le diagnosticaron cáncer en los huesos, comenzado así una larga batalla contra la mortal enfermedad. Con los tratamientos adecuados, parecía que Joan había ganado el primer round, sin embargo, años más tarde la enfermedad volvería a manifestarse, sucediendo en tres ocasiones más hasta que en febrero de 2014, ya con un visible deterioro en su cuerpo y con su voz mermada, decidió decir adiós a los jaripeos. El 20 de marzo de ese mismo año publicó en su cuenta de Twitter: “EL CANCER Y YO! Tenemos 15 años jugando ajedrez, y no me tiene en jaque mate! Ayer trabajé en Sn José del Cabo! GRACIAS BCS! X ese cariño”. En el mes de abril del 2015, a unos días de cumplir sus 64 años, el artista tuvo una recaída que lo llevó a estar en terapia intensiva en un hospital. En cuanto se recuperó, agradeció las muestras de cariño de sus fans, escribiendo una nota que subió a su red social: “Vivo! Celebrando el 8 de abril y todo ese cariño del que he sido objeto durante tantos años. Un beso eterno. Joan Sebastian”. Un encuentro con ZETA ZETA logró conversar con “El Poeta de Juliantla” el 9 de octubre de 2010, después de su exitosa presentación en la Plaza Monumental, donde convocó a más de 13 mil personas. Con una monta de seis caballos españoles, su banda y tambora, “El Rey del Jaripeo” regaló dos horas de espectáculo. Agradecido con su público,  se acercó a él, recibió flores y demostró que a sus 59 años tenía la energía de un adolescente. El encuentro se dio con el Semanario después de su concierto, cuando el artista iba rumbo a su camerino, montado en su caballo pura sangre. Los hechos sucedieron así: El 12 de septiembre de 2001 Joan luchaba por su vida cuando un cáncer en los huesos se la quería arrebatar. Postrado en una cama de hospital, llegó a pesar 47 kilos, su cuerpo casi no tenía carne y su piel parecía una sábana. El médico no daba un pronóstico alentador, sin embargo, a nueve años de aquello, el cantautor se sintió mejor que nunca y, sin bajar la guardia ante semejante mal, estuvo pendiente de sus chequeos de rutina. “Afortunadamente yo estoy muy bien, hace un buen rato que tenemos el cáncer alejado de mi vida, estoy sano afortunadamente, preparado para cualquier otro embate, quiero invitar a la gente si pueden que se hagan sus chequeos, el trasplante de medula que lo hagan, guardar la células madre, y que enfrenten a la vida con alegría. Que traten de sacarle provecho a cada día que puedan, el día que Dios nos regale”, declaró a los medios de comunicación minutos después de su actuación.  Y es que no solo una vez, ni dos, sino tres veces, Joan Sebastian había estado en pie de lucha, pues cuando parece que todo está bajo control, el mal regresa. “Por ahora, Joan se ve mejor que nunca, con un brillo especial en sus ojos, y feliz de ver tanto cariño de parte de la gente y la aceptación que le han dado a los temas que con afecto ha regalado a los diversos intérpretes que las cantan”, describió ZETA en aquella ocasión. “Yo valoro y agradezco a cada uno de mis intérpretes, cada uno con sus posibilidades y otros con sus limitaciones, pero con su estilo, en esto no hay nada escrito, lo mismo se puede dar éxito en grandes voces como en pequeñas voces, pero la verdad estoy muy satisfecho. Gracias por los que se han fijado en mi música, mis amigos, mis compañeros; y gracias por el apoyo que le han dado a tanta gente que canta mi música”. Por último, dijo que la mejor cosecha de la vida son los hijos, y aunque él ha perdido dos recientemente de manera trágica, está consciente que debe velar por aquellos que aún están con él y que son su razón de ser. “En el amor siempre he estado bien, y sí, efectivamente los hijos son la mejor cosecha de la vida”, puntualizó.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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