Un peculiar western

Cinco años atrás, el director Pablo Fendrik ya contaba con la experiencia de dirigir dos películas: “El Asaltante” y “La Sangre Brota”, pero se mantenía alejado de aprender a conducir y, por ende, obtener licencia para hacerlo. Sin embargo, pasó al punto contrario con el fin de desarrollar “El Ardor”, su tercera película y proyecto que lo hizo ser seleccionado por la Cinéfondation del Festival de Cannes, para estar en el taller que orienta a nuevos realizadores en aspectos de guión y financiación de sus proyectos. “Con ese dinero me compré un carro y aprendí a conducirlo, porque en ese momento no tenía licencia. A las dos o tres semanas me subí al mismo con un bolso y una mochila, y conduje como mil y pico de kilómetros hasta llegar a la selva. Me metí en lo más profundo y me quedé ahí durante diez o veinte días; caminando, durmiendo en refugios y escribiendo en un cuaderno, saliendo solo para tomar el auto y conducir horas por ahí, y llegar a otro lugar a quedarme a dormir con otra gente”, declaró en entrevista con ZETA, el cineasta que tenía en mente filmar una trama sobre un personaje solitario, que de alguna manera se viera obligado a vivir en un entorno desconocido. Partiendo de ese concepto, Fendrik decidió que una persona que se ve obligada a sobrevivir en la selva, era un buen tema a desarrollar. De ahí que su viaje de inspiración e investigación lo hiciera a la ecorregión Paranaense, desde el extremo entre Argentina y Brasil: “Ahí me encontré con una serie de historias y situaciones que fueron siendo terminales para el guión. Regresé a la ciudad con algunas de esas experiencias y notas un tanto presentes, y me puse a escribir el primer guión de la película. En ese momento supe que tenía que ser un western porque las cosas que había vivenciado allí y las formas en que la gente vive en sus casas y cuáles son sus problemáticas, las remitía completamente a ese género de películas”. Alice Braga, Jorge Sesán, Claudio Tolcachir y Julián Tello, son parte del elenco cuyo protagónico recae en Gael García Bernal, al darle vida a Kaí, un hombre que se convertirá en el defensor principal de una familia a la que se le quiere despojar de sus tierras, por un grupo de desconocidos que no dudarán en usar la fuerza para lograr dicho objetivo. “La verdad es que no sé si (la trama) pierde o gana finalmente (por ser un western en la selva), pero no fue difícil (aterrizarlo) porque el conflicto que tenía ganas de narrar se puede considerar bien típico de cierto tipo de westerns… No fue tan difícil remitirme al género y hacerlo coincidir en esta actualidad”, agregó el cineasta que, considera, la zona que retrató, está inmersa en una temporalidad extraña que parece haber quedado suspendida en el tiempo de hace 200 años. El estreno de “El Ardor” en Estados Unidos se logra tras su paso por el Festival de Cannes en mayo pasado, evento que, además de recibir sus dos filmes anteriores, lo llevó a conocer al actor mexicano. “En 2007 ambos presentamos nuestras primeras películas en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y de ahí conectamos rápidamente, nos dimos cuenta de que algún día íbamos a querer hacer una película juntos. A los meses de conocerlo se me ocurrió esta idea y me comuniqué con él, siempre estuvo enterado de las diferentes versiones del guión y llegado el momento incluso se ofreció como productor de la película para que fuera posible. La verdad es que fue una actitud muy generosa de su parte, y que para nosotros fue muy afortunada”. La alianza Fendrik-García Bernal permitirá que en un futuro cercano “El Ardor” tenga mayor promoción en México, aunque su fecha de estreno no se ha concretado. Por lo pronto, la historia ya llegó a Londres y tiene planes de hacerlo en Brasil, Rusia, Australia y Francia. Mientras que en Argentina lo hizo enfrentándose “a la cruel realidad del mercado” que solo favorece las producciones meramente comerciales, que más que presentar una buena historia, tienen una clara intención de convocar público a las salas, a decir de Pablo Fendrik, quien actualmente trabaja para la televisión de su país, pero desea tener el tiempo suficiente para volver a escribir un guión de cine.  Será hasta el 23 de julio que “El Ardor” se exhiba en el Digital Gym Cinema de North Park en San Diego, California, por un costo general de once dólares.