Ésta era una vez tres borrachos que estaban tomando desde tempranas horas de la noche, luego se van a un burdel a buscar prostitutas, y llaman a la madame: – ¡Madame!, tráigame tres mujerzuelas para nosotros. La madame responde: – Bueno, por las altas horas a la que están llegando, sólo puedo ofrecerles dos, y una mujer de plástico. Los tipos piensan, y hay uno de ellos que está sumamente ebrio, entonces deciden darle la mujer de plástico a él. A los días se encuentran los tres amigos sobrios y comienzan a contarse las travesías de esa noche. Dice el primero: – ¡Rayos! A mí me toco una leona, esa mujer rubia excelente, ¡no pudo haber sido mejor! Replica el segundo: – No pudo haber sido mejor que la mía, porque la mía era rubia y además era una loca. Y el tercero dice: – A mí me mandaron a una bruja. – Bueno, y ¿por qué? -preguntan los otros. – Porque cuando le mordí una “bubi” la desgraciada salió volando por la ventana… Autor: Mattel.