Por ser el más impugnado, el testamento ológrafo fue eliminado en Baja California, por lo que las oficinas del Registro Público de la Propiedad y de Comercio (RPPC) ya no elaborarán cesión de bienes, trámite que solo puede ser realizado en Notarías, cuyos titulares aplican tarifas a su libre albedrío, señaló el diputado Juan Manuel Molina. El 29 de mayo de 2015, en el Periódico de Baja California se publicó el Decreto 282, que incluye reformas al código de procedimientos civiles, a la Ley de Hacienda, Ley del Notariado y a la Ley de Registro Público de la Propiedad y el Comercio del Estado. Uno de los cambios ya vigentes, es la anulación del testamento ológrafo, derogado para dar mayor seguridad jurídica a los ciudadanos, toda vez que, aunque legalmente válido, era el más impugnado, indicó Juan Antonio Araiza Regalado, director del RPPC. El testamento ológrafo permitía al interesado acudir a una oficina del Registro Público de la Propiedad, y, con su puño y letra, escribir su testamento, el cual era resguardado en el RPPC con la misma validez al que se inscribía ante notario público. No obstante, “su mala redacción no resistía los ataques de impugnación y generalmente alteraba la última voluntad del testador”, opinó Juan Manuel Molina, impulsor de la reforma. Con la reforma, quedaron derogados también los testamentos: público cerrado, público simplificado, privado, militar y marítimo. En general, ahora el testamento es público abierto, y será el notario quien redacte lo dictado por el testador. Una de las causas de la reforma, derivó de la gestión realizada ante el Gobierno del Estado por parte de los notarios públicos, para ser ellos los encargados de elaborar el testamento ológrafo, el cual podía ser presentado por los ciudadanos en las oficinas del RPPC a bajo costo. Hasta antes de su abolición, su precio era de 974 pesos, pero cada año el gobierno realizaba una campaña aplicando considerables descuentos para promoverlo entre los ciudadanos. Por ejemplo, en 2014, la tarifa de 910 pesos se redujo en un 75 por ciento, cobrando solo 228 pesos; a los adultos mayores se les adicionaba un descuento del 12.5%, por lo que pagaban 114 pesos. En las Notarías, el costo mínimo en la elaboración de un testamento fluctúa en mil 400 pesos. La reforma dejó abierta la definición de un arancel por parte del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, el cual aún no se publica, así como el establecimiento de mecanismos para que los notarios respeten la tarifa, la cual ignoran “aplicando cada uno una propia”, anotó el diputado Molina. Se espera que en estos días el Ejecutivo cumpla el acuerdo “de mantener el sentido social en la elaboración de testamentos y su precio normal se tase en 750 pesos, aproximadamente”. Otro de los compromisos fue el continuar con campañas de promoción para la elaboración de la cesión de bienes, con los mismos descuentos aplicados cada año. Desde la creación del Código Civil del Estado, el testamento ológrafo se encontraba vigente, inscribiéndose al año un promedio de 3 mil cesiones de este tipo; en 2014 la cifra alcanzó un registro de 4 mil 900 documentos en todo el Estado, de los cuales 2 mil 800 correspondieron al municipio de Tijuana. La realización de contratos privados fuera de las Notarías, es otro de los puntos anulados por el Decreto 282, aunque este cambio entrará en vigor a partir del 14 de septiembre de 2015. El titular del RPPC en Baja California explicó que son los contratos de menor cuantía -menos de 500 mil pesos- los que se inscribían directamente en las oficinas del Registro -un promedio de 20 convenios al año-, pero a partir de la fecha señalada, el trámite solo podrá hacerse ante notario público, “con los mismos requisitos, solo que tienen que presentar una escritura”, precisó Araiza Regalado. Los contratos efectuados con antelación podrán ratificarse ante el RPPC hasta el 18 de septiembre, y la recepción para su registro deberá hacerse hasta el 25 de septiembre. Después de esas fechas, la oficina pública no recibirá documento alguno para esos trámites.