No evadimos el pretexto de una fingida respuesta, ni razonamos contexto para una mentira expuesta. Y no sabemos medir, hablando con la verdad, explicar nuestro sentir, nuestro modo de pensar. Pretextos buscó la muerte al llevarse al difuntito y los hallamos con suerte hasta en cualquier momentito. Siempre discutimos todo, variando nuestro decir, cambiando con acomodo nuestra forma de vivir. Sin evitar el pretexto ni algunas formas de actuar habló claro y al respecto: insinuando realidad. Para no ir a trabajar –es que algo nos ha pasado– la cuestión es descansar, lo demás queda olvidado. Pretextar que nos dormimos y que se nos hizo tarde, vergüenza, no la tuvimos