Datos del Centro de Integración Juvenil (CIJ) indican que en Baja California Sur, el consumo de metanfetaminas como el “cristal” ha aumentado en jóvenes, esto en relación a años anteriores. Asimismo, en la capital de la entidad se ha observado un repunte del consumo de marihuana. Se considera que el incremento en el consumo de algún tipo de droga es un factor que se refleja en el índice delictivo, ya que según especialistas en seguridad, “es común que se delinca para conseguir recursos para adquirir algún tipo de estupefaciente”. María de Jesús Mingues Osorio, responsable del Archivo Clínico y Promoción Institucional del CIJ en Baja California Sur, reconoció que “no podemos descartar que hay mucho consumo de ‘cristal’, el problema es que como la situación de los brotes psicóticos se vienen muy rápido, ellos han bajado un poquito este consumo y han bajado a la marihuana”. En promedio, el consumo de sustancias ilícitas inicia a partir de los 12 años y ha aumentado el número de mujeres que las ingieren, lo que deja entre ver la desintegración familiar. En Baja California Sur, entre los jóvenes se ha observado una tendencia a consumir el “cristal” con fines estéticos, sin medir los riesgos para la salud como osteoporosis temprana. “Una de sus repercusiones es que adelgazan muy rápido, de hecho muchos chicos y chicas han entrado a consumir sustancias en miras de tener un cuerpo delgado”, lamentó Mingues. Sin embargo, el principal factor de inicio en el consumo sigue siendo la violencia y desintegración familiar, ya que el seno de la familia sufre problemas que giran desde violencia doméstica, carencia económica, o bien, la observación del consumo en la familia como algo natural, tomando en cuenta que alguien cercano se droga. Un testimonio anónimo, de un consumidor de metanfetaminas en rehabilitación, aseguró que en la capital se han agravado actividades delictivas como la prostitución de menores, lo que da a entender a especialistas que si esto no se atiende por la propia familia, puede desencadenar en problemas psicológicos, resentimiento y finalmente, la desintegración familiar, lo cual lleva al adicto a cometer distintos delitos. “Puedo ver mucha juventud demasiado echada a perder, niñas de 13, 12, 15 años prostituyéndose por una dosis. Los vendedores prostituyendo mujeres, niñas, adolecentes, por una dosis, es un caso muy terrible, muy impactante porque no se veía eso”, explicó la especialista. Datos proporcionados por la Coordinación Estatal de los Centros de Integración Juvenil de Sinaloa ubican en primer lugar de consumo de metanfetaminas a nivel nacional a Baja California, en segundo a Baja California Sur, en tercero a Sonora y en cuarto a Sinaloa, lo que deja mal parado al Estado, ya que es el que menos población tiene, y aunque podría pensarse que hay mayor control hay descomposición, se espera un largo trabajo para las próximas administraciones, las cuales han señalado a la prevención como una de sus armas principales para acabar con los problemas en el tejido social.