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lunes, octubre 14, 2024
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Los Arellano, favorecidos en Estados Unidos

Durante los últimos cinco años, a Francisco Javier Arellano Félix solo se le permitió salir de confinamiento solitario para reunirse con fiscales. El resto del tiempo permanecía hasta 23 horas diarias en su celda. Prohibido el contacto con cualquier otro prisionero. A cambio de detalles sobre la estructura y funcionamiento del Cártel Arellano Félix (CAF), de policías sobornados tanto en México como en Estados Unidos y de otros narcotraficantes, al menor de los hermanos Arellano Félix, se le prometió “ser debidamente compensado”. Y así fue. En noviembre de 2007, fue sentenciado a cadena perpetua por el juez Larry Alan Burns en la Corte Federal de San Diego, California. Narcotráfico, extorsión, secuestro, entrega de sobornos a autoridades y homicidios, fueron los delitos cometidos por Francisco Javier. Desde 2002, “El Tigrillo” había tomado control de las actividades del CAF y ordenó crímenes perpetrados por esta organización criminal tanto en Tijuana como en San Diego. De acuerdo a la Fiscalía del Sur de California, “las actividades del cártel dañaron y destruyeron las vidas de miles de personas en ambos lados de la frontera”. Su etapa al frente del CAF terminó el 14 de agosto de 2006, cuando fue detenido en su yate “Dock Holiday” por elementos de la Agencia Estadounidense Antinarcóticos (DEA) y de la Guardia Costera de Estados Unidos. Un año después, en 2007, en su declaración de culpabilidad, Francisco Javier admitió los delitos de lavado de dinero y crimen organizado, este último, castigado con cadena perpetua, de acuerdo a las leyes estadounidenses.  Sin embargo, el 4 de noviembre de 2008, el gobierno de Estados Unidos apeló al Artículo 35 del Código Federal de Procedimientos Penales de Estados Unidos, en su apartado b, para reducir la sentencia de “El Tigrillo”. En base a este Artículo, a petición del gobierno, la Corte puede reducir la sentencia cuando el acusado proporcione ayuda sustancial en investigar o procesar a otra persona por la comisión de un delito. Pese a promover la reducción de condena de Francisco Javier, el gobierno estadounidense solicitó a la Corte mantener la petición como confidencial, de manera temporal. Esto para conseguir la cooperación completa del narcotraficante antes que gozara del beneficio previsto en Ley. Seis años después, en 2014, los fiscales a cargo del caso, pidieron al juez Burns hacer pública la solicitud de reducción de condena. El 14 de noviembre de 2014, en lugar de cadena perpetua, a Francisco Javier le fueron dictados 282 meses de prisión, es decir, 23 años y medio.   De narcotraficante a informante   En un lapso de cinco años, Francisco Javier Arellano Félix se reunió en 25 ocasiones con agentes federales. Algunos encuentros se prolongaron por días. Enfrentando el resto de su vida en prisión, el narcotraficante compartió información descrita por un fiscal como “un sueño hecho realidad”. “La Corte no tiene duda que el señor Arellano otorgó información significativa y sustancial que ayudó al gobierno a identificar y procesar a gran cantidad de narcotraficantes y de agentes corruptos en este país y en México”, deliberó el juez Burns. Además, indica el mandato judicial en poder de ZETA, proporcionó información útil sobre la operación interna, la estructura y los métodos de los cárteles desplegados en México, de manera específica, en la frontera sur con Estados Unidos. Incluso, el ex cabecilla del CAF, aceptó testificar contra numerosos narcotraficantes y agentes corruptos, identificados y arrestados basados en información -incluida evidencia documental- entregada por Francisco Javier. La petición de reducción de sentencia fue apoyada por la declaración de un fiscal familiarizado con el caso, quien avaló que la información proporcionada por el narcotraficante, era verídica y exhaustiva.    No satisfecho con la reducción de sentencia, ejecutada el 25 de noviembre de 2014, el abogado Mark F. Adams, en representación Francisco Javier, solicitó que a la condena de 282 meses, le fueran restados 47 meses, es decir, cuatro años. De acuerdo al planteamiento del defensor, el gobierno estadounidense fue “tacaño” en la reducción del 40 por ciento a la condena original. Por lo que en junio, promovió una segunda reducción. Para convencer al juez Burns, el abogado argumentó que por seguridad de su cliente y para mantener la confidencialidad de las reuniones, Francisco Javier es transferido de diversas prisiones, de manera constante. “Como consecuencia ha tenido menos libertad que otros internos dentro del sistema penitenciario, menos oportunidad de participar en programas de readaptación y menos visitas con su familia”, expuso el abogado. El litigante también pidió al juez considerar que con la información proporcionada al gobierno de Estados Unidos, su representante corría peligro. Sin embargo, la Corte recordó que los crímenes cometidos por Francisco Javier “fueron abominables, evidencian una falta de conciencia, extrema crueldad humana y un corazón maligno”. Al recordar que el propio narcotraficante confesó haber asesinado a numerosas personas, el juez Burns mencionó que sus víctimas incluían testigos de crímenes, agentes de la Policía e incluso informantes “irónicamente como él”, agregaría el juez. En cuanto a las ganancias del CAF por la venta de cocaína y marihuana, la Corte determinó que la cantidad es incuantificable, pero está estimada en cientos de millones de dólares. Por estos motivos, el 15 de junio de 2015, el juez negó la segunda petición de reducción de sentencia, y al hacerlo, recordó que el objetivo de la cadena perpetua -retirada meses antes- era prevenir que el delincuente se reintegrara a las actividades del CAF y, por lo tanto, se trataba de una medida que “protegería a la sociedad de futuros crímenes cometidos por el acusado”.   ¿Dónde están los hermanos Arellano Félix?   Desde que la Corte reveló el papel de informante de Francisco Javier, su registro fue omitido en el Sistema Penitenciario de Estados Unidos. El narcotraficante de 46 años de edad saldrá de prisión en el año 2030, cuando tenga 61 años de edad. Sin embargo, su hermano mayor, Eduardo Arellano Félix “El Doctor”, será liberado antes. La condena del considerado cerebro financiero de la organización criminal, termina el 19 de noviembre de 2021, seis años más en prisión son los restantes. “El Doctor”, de 58 años de edad, se encuentra recluido en la prisión federal Ray Brook en Nueva York, la cual tiene una población de 957 internos. El 19 de agosto de 2013, se declaró culpable de un cargo de conspiración para lavado de dinero y de dos cargos de conspiración para usar e invertir ganancias de drogas ilícitas. La condena dictada por el juez federal Larry Burns, fue de 15 años de prisión, así como la incautación de 50 millones de dólares, que representan las ganancias obtenidas de manera directa o indirecta del tráfico de drogas. Una vez liberado, Eduardo Arellano Félix permanecerá bajo libertad condicional durante nueve años. En este periodo, deberá cumplir con las reglas dictadas por la Oficina de Libertad Condicional. Someterse a una prueba antidopaje a los 15 días de liberado y por lo menos dos pruebas más al mes, y reportarse a la oficina de libertad condicional del distrito donde sea liberado dentro de las 72 horas después de su egreso del Sistema Penitenciario, son algunas de las reglas a cumplir. Eduardo fue detenido en Tijuana en octubre de 2008 por agentes federales, y el 31 de agosto de 2012, se le extraditó a Estados Unidos. Un año después, le fue dictada sentencia. El hermano restante de la familia Arellano Félix, Benjamín, de 61 años, se encuentra interno en la prisión federal Coleman en Florida y saldrá de prisión el 6 de febrero de 2033. Detenido en Puebla en 2002, fue extraditado a Estados Unidos en 2011 para ser procesado por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero. En 2012, se declaró culpable y fue sentenciado a 25 años de prisión, además de que se le incautaron 100 millones de dólares, monto calculado de las ganancias por narcotráfico.       Propiedades de los Arellano, las aseguran y se las regresan   “Que son dueños de toda la Zona Río” fue el comentario no oficial entre el personal,  cuando ZETA se acercó al Registro Público de la Propiedad y del Comercio solicitó apoyo para buscar las propiedades de los hermanos Arellano Félix registradas en Tijuana. Sin embargo, los datos ante el registro resultaron más conservadores, de inicio, porque se pueden comprar propiedades sin inscribir la compra ante RPPC, dado que no es un trámite obligatorio. Tras una revisión en el Registro Público, este Semanario localizó a nombre de la familia Arellano, cuatro predios en los que no se especificó tuvieran construcción, otros seis terrenos en fraccionamientos de primer nivel con casas incluidas, y un condominio. A continuación el detalle: 18 de abril de 1980. Fernando Arellano Félix  inscribió el contrato de compraventa por el terreno ubicado en el lote 2, manzana 3, de la colonia Cacho, sobre una superficie de  556 metros, con dirección Calle Landero número 9277, Colonia Franco I Madero Sur, antes fraccionamiento Sección B, ubicado al sur de la colonia Escobedo Cacho. El predio fue asegurado por la Procuraduría General de la República el 21 de abril de 1994 y posteriormente liberado. 29 de enero de 1987. Enedina Sánchez Arellano registró la compra del terreno 6, fracción A, del lote número 2,  manzana 7, Fraccionamiento Chapultepec Doctores, de 432.8 metros cuadrados. Había una casa sobre el predio y pagó 32 millones 600 mil pesos. La propiedad se localiza sobre Calle Doctor Roberto Michel y, cuando la adquirió, Enedina tenía 29 años de edad, según sus identificaciones, y vivía en el número 120 de la misma calle. Por orden de un Ministerio Público de Jalisco, la PGR lo aseguró el 7 de junio de 1993, bajo la AP/1132/93. Arellano de Toledo promovió el amparo 3155/93 y obtuvo la suspensión el 5 de noviembre del mismo año. 18 de marzo de 1987. Bajo la propiedad de Francisco Javier Arellano Félix, se registró un terreno de 415 mil metros cuadrados en el Kilómetro 7 de la carretera Tijuana-Rosarito, Colonia Chula Vista. A través del Notario Público Número 32 de Hermosillo, Sonora, se hizo valer la sentencia de un juicio mercantil, en el que Leonel Bustamante Bacamé y  Ramón René Ramírez Ortiz, juez y secretario del Juzgado Primero de Primera Instancia del Distrito Judicial, respectivamente, transmiten el predio judicialmente a “El Tigrillo”, quien a pesar de tener 18 años, fue representado por su hermano Eduardo Arellano. De acuerdo a documentación que presentaron, en aquel tiempo, Javier Arellano tenía domicilio en el número 62 del Bulevar Sánchez Taboada de Tijuana. Su hermano Eduardo vivía en la calle Constitución número 200.   La transmisión se hizo en rebeldía de su propietario original, José Apolinar Gutiérrez Gutiérrez, y valúan la transacción en 30 millones de pesos. A nombre del fallecido Ramón Arellano Félix -ejecutado el 10 de febrero de 2002-, el Registro Público de la Propiedad de Baja California tiene inscritos todavía dos terrenos y un departamento. Adquirido el 2 de noviembre de 1982 -compra legalizada en 1987-, lote en la manzana 2, correspondiente a la fracción de un predio ubicado en la subdelegación San Antonio de los Buenos. Estaba catastrado como lote 11 de la manzana 2, Colonia Madero Sur de Tijuana, con un costo de 7 millones 475 mil pesos. Asimismo, el 4 de abril de 1986, se registró la compra de un condominio en el fraccionamiento Villa Nueva Tijuana, ubicado sobre el lote 56 de la manzana 57. Se trata del departamento número uno, ubicado en el primer piso. El edificio tiene cuatro pisos, con dos condominios por piso y está direccionado en el fraccionamiento Hipódromo Número 2. Costó  6 millones 740 mil pesos. La tercera propiedad está en Tecate, en el lote 13 manzana 18 de la colonia Emiliano Zapata, mide 199.94 metros cuadrados y la registraron el 20 de octubre de 1989. Serrano Corona Ruth es esposa de Benjamín Arellano y registró bajo su propiedad los lotes 15, 16, 17 y 18 de la manzana 6 en Jardines de Chapultepec, los cuales suman poco más de mil 580 metros cuadrados, todos con construcciones. La Procuraduría General de la República decretó un aseguramiento precautorio el 22 de noviembre de 1993, y el 16 de diciembre del mismo año, particularmente sobre el lote 15.Corona promovió un amparo y lo recuperó el 25 de febrero de 1994. En el RPPC también aparece  que el 4 de octubre de 1999, bajo el expediente A.P.SE 138/93, la Unidad especializada en Delincuencia Organizada de la PGR aseguró los inmuebles ubicados en los lotes 1 y 2, manzana 28, número 9001 sobre la calle Reforma  de la colonia Reforma, Delegación Sánchez Taboada. Según datos de la Procuraduría, la propiedad se acreditaba a los hermanos Benjamín, Ramón y Francisco Javier Arellano. Pero la PGR regresó el inmueble porque José Ricardo Meza Arce lo reclamó como suyo, con documentos. Finalmente, el 22 de agosto de 1984, el Banco Mexicano SOMEX  registró un crédito que otorgó a Eduardo Arellano Félix por 2 millones de pesos, los cuales garantizó con la factura de un tractocamión con capacidad para cargar tres toneladas; relacionaron ese crédito con otro otorgado a la empresa Estación Madero y Francisco Navarro Lucero. (Rosario Mosso Castro) 

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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