Jeremías 14, versículos 1 al 6. Éstas son las palabras dirigidas a Jeremías a propósito de la gran sequía: Judá está de duelo y sus ciudades sedientas, el campo está enlutado y de Jerusalén suben lamentos. Los ricos mandaron a los pobres a buscar agua, fueron a los pozos y no encontraron y volvieron con sus cántaros vacíos. Hasta los animales del campo abandonaron sus crías porque no hallan pasto. Los asnos se paran sobre los cerros pelados, aspiran el aire, como suelen hacer los chacales, y desfallecen porque no hay ni un cardo. Respecto a la falta de agua hablando mundialmente, atrás quedará el oro, el dinero, las propiedades, los lujos y las comodidades de nada servirán. El agua será la iniciativa para la pelea, pueblo por pueblo, caerán muchos muertos y el poderoso alcanzará el agua. ZETA dio seña y noticia de que el agua se privatizará, el río Colorado, nuestra fuente de vida, EE.UU. lo restringe cada vez más y fluye menos agua. Así como se secó la laguna salada en Mexicali, así se va el agua. Todo se hace árido, el cielo no suelta gota de agua; y el calentamiento global, poco hacemos para detenerlo. Sin agua no hay nada, el sol es más brillante y seca cualquier señal de agua; y sí, destrucción y muerte. Estamos en tiempo de evitar desaparezca la capa de ozono. Todos desapareceremos, pero ojalá sea a su tiempo, porque la gran sequía y ase asoma en el alfa y omega del diario vivir.
Publicidad
