En año y medio, un total de ocho hundimientos se han registrado en ambos sentidos de la Vía Rápida, en cuya reparación el XXI Ayuntamiento ha dispuesto más de 5 millones de pesos. En todos, la causa ha derivado del vandalismo. Encendido de fogatas en las tuberías de PVC del sistema de drenaje pluvial instalado a lo largo de la Vía Rápida, Oriente y Poniente, ha generado que en lo que va del gobierno de Jorge Astiazarán se inviertan poco más de 4 millones de pesos en la rehabilitación de siete tramos dañados por igual número de colapsos. A esa cantidad se suma un nuevo socavón ubicado el pasado lunes 20 de julio en el sentido Oriente de la misma vialidad, a la altura de la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la tercera etapa del río Tijuana. La quema clandestina dañó 35 metros lineales de la tubería pluvial, la cual colapsó causando el hundimiento de la vía, informó Roberto Sánchez Martínez, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología. Para su reparación, el gobierno municipal invertirá un millón de 150 mil pesos, reconstrucción que estima concluir en dos semanas; para ello se cerraron a la circulación los tres carriles de la Vía Rápida Oriente, a 300 metros del puente Simón Bolívar, desviándose el tráfico hacia los carriles laterales de la vialidad. Esta misma semana se abrió a la circulación vehículos uno de los dos carriles cerrados en el lado Oriente del puente Simón Bolívar desde el 26 de mayo de 2015, fecha en la que se registró hundimiento en la vialidad, derivado de daños al sistema de desagüe. Antes, a finales de diciembre de 2014 se presentó un evento similar pero en la Vía Rápida Poniente, a la altura del puente Manuel J. Clouthier, sin recursos y a punto de finalizar el año fiscal, el gobierno de Jorge Astiazarán tuvo que esperar la disposición de apoyo federal para reparar el daño. El 4 de noviembre de 2014, un tramo de camellón del sentido poniente de la vialidad, al nivel de la avenida Ermita Norte, se hundió por el daño en 60 metros lineales de pluvial subterráneo. Este evento ocurrió cuando apenas la autoridad municipal reparaba el desplome ocurrido dos semanas atrás, en la Vía Rápida Poniente, a la altura del Puente Negro. En el primer semestre de 2014 se presentaron tres hundimientos en la misma vialidad. Las obras de rehabilitación en cada caso han ameritado el cierre de la circulación, que aunque en forma parcial generan cuellos de botella, principalmente en horas de alta densidad vehicular. Para evitar futuras contingencias por colapso de pluviales, los tramos reconstruidos son sustituidos por cajones de concreto, anotó Sánchez Martínez.