Mientras los involucrados en los hechos de denigración a un indigente en Ensenada han ofrecido una disculpa pública, y a dos de ellos les ha costado el trabajo, se determinó que la víctima de tales actos que han indignado a la comunidad es Nicolás Constancio Rangel, trastornado de su facultades mentales por problemas de adicción a las drogas, y que constantemente ha sido internado en centros de rehabilitación, según revelaron sus familiares. Por la fotografía –que circuló por las redes sociales y se difundió en un medio local- en la que aparece Constancio Rangel con un grupo de personas, entre ellos una funcionaria, un académico y un empresario, mientras este último lo sujeta del cuello con un lazo, se abrieron dos procesos. El primero en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para investigar a la ex funcionaria. El segundo en la Comisión Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred) para hacer lo propio con los particulares. El que tomó el lazo es Francisco Arguelles, el “Pako Taco”, empresario dueño de la cantina y taquería “Los Carbones”, mientras lo acompañaban entre otros Pedro Quezadas Vázquez, director académico de la Universidad Xochicalco, y su esposa, Verónica Casillas Romero, defensora pública del Gobierno del Estado; así como los identificados como Guadalupe Guerrero, Carlos Cruz Lugo y Minerva Borja. Los participantes de la foto firmaron una disculpa pública argumentando que el indigente se acercó ya con la soga al cuello y que la imagen fue interpretada por los medios de comunicación de forma descontextualizada. Dos de las personas involucradas –que a su vez son matrimonio— presentaron su renuncia voluntaria. La primera fue la defensora pública Casillas Romero, quien expuso su intención de “aclarar mi situación ante la sociedad”. La renuncia fue concedida por la subsecretaría de Enlace para Asuntos de Justicia que encabeza Lizbeth Mata, al tratarse de un hecho claro de violación a los derechos humanos. Posteriormente su pareja, Pedro Quezada Vázquez, director académico de la Universidad Xochicalco, hizo pública una carta dirigida a Miguel Efrén Tinoco Sánchez, vicerrector del campus Ensenada: “Manifiesto que por ningún motivo apruebo mi conformidad ante tales circunstancias. La imagen fue tomada en la vía pública, en la cual como todo ciudadano (estaba) en el lugar inadecuado en el momento inadecuado, por lo cual no es posible realizar imputación directa ante tal hecho”. Los directivos se han negado a hacer declaraciones y tampoco han fijado una postura pública. El involucrado más vilipendiado ha sido el empresario Francisco Arguelles, dueño de “los carbones”, popular taquería del puerto, quien tuvo que eliminar las redes sociales del negocio por la cantidad de reclamos recibidos. Este sujeto ya tiene antecedentes por prepotencia y agresividad contra la autoridad, como quedó asentado en el mes de abril, cuando amenazó y golpeó a policías municipales, y se jactó de sus influencias y dinero. Arguelles escenificó una riña nocturna en la avenida Sanginés. Fue esposado y remitido ante el Ministerio Público del Fuero Común. Fuera de su firma en la carta colectiva Arguelles no ha dado la cara para aclarar la situación. Los acontecimientos sirvieron para subir nuevamente a la agenda la necesidad de un hospital psiquiátrico para Ensenada, tal como lo reiteró el presidente municipal Gilberto Hirata Chico, ante la grave situación que viven numerosas personas en situación de calle debido a trastornos mentales. El gobierno municipal ha ofrecido un predio para tal efecto pero la respuesta del gobierno estatal ha sido que no hay dinero para eso.
En el caso del indigente humillado, caen dos funcionarios y el empresario tiene antecedentes de prepotencia y violencia

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