En enero de 2015, el presidente de Centros Cambiarios Asociados, Carlos Leos, advertía que el dólar podría llegar a la barrera de los 16 pesos. Bastaron unos meses para que se cumpliera su pronóstico. Una vez más, la previsión del directivo fue que el billete verde podría venderse en 17 pesos por uno, lo que no está lejos de la realidad. Durante la semana, la moneda americana llegó a un nuevo máximo histórico al venderse en 16.15 pesos en operación al mayoreo, mientras que al menudeo (ventanillas bancarias) fue de 16.45 pesos, para luego quedar en 16.50 pesos. Ya para el cierre de la jornada, la paridad quedó en 16.1250, por arriba del registro previo -15.98 pesos-, con lo que el peso registró una depreciación de 0.9 por ciento. El nivel de devaluación de la moneda azteca es explicado por la especulación de los intermediarios financieros, luego de los datos positivos en Estados Unidos como la venta de casas, que tuvo un avance anual de 5.49 millones durante junio, cifra más alta en ocho años, por lo que se espera que la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos incremente en septiembre próximo su tasa de interés de 0.25 puntos porcentuales, para colocarla en 0.50 puntos porcentuales. Mientras tanto y tranquilamente al referirse al tema de la paridad peso-dólar en una rueda de prensa, el titular de Hacienda, Luis Videgaray, afirmó: “Hoy la depreciación del peso frente al dólar no representa un riesgo para nuestra actividad macroeconómica frente al endeudamiento público”,” y agregó que en gran medida esto se debe a que el 78% de la deuda externa fue adquirida en moneda nacional.