Cientos de bancos apilados dan la bienvenida, las puertas y ventanas están opacas por el polvo. Al interior, una pared baja que hacía de recepción se encuentra desprendida. Hay hoyos en los costados y a la altura del techo, los muros fueron destrozados, otros tienen grietas que parecen heridas abiertas. A simple vista, no podría pensarse que lo que pasó en el gimnasio de box de la Unidad Deportiva CREA es resultado de una remodelación. Las anteriores son consecuencias de la reconstrucción de las gradas del inmueble. Pero ahí no termina esta historia. Más adentro están los escombros de lo que fue un muro de espejos para los boxeadores. Están también las huellas de lo que fue un ring y entrando a los vestidores, una pared más en pedazos. Los tubos de las regaderas ya no están porque los robaron, también un mingitorio y mangueras para agua caliente. Y en los escusados que quedaron completos, todavía hay excremento porque tampoco hay agua para deshacerse de este. Las afectaciones son consecuencia del proyecto de remodelación de las gradas con motivo de las bodas de oro del CREA: además de las afectaciones físicas, el gimnasio fue saqueado, se perdieron más de 15 pares de guantes, 10 caretas y algunas pesas. El gimnasio y los problemas anteriores Por más de 40 años, el gimnasio ha dado a Tijuana y al mundo decenas de campeones mundiales, y ha aportado al medallero preseas nacionales, panamericanas y olímpicas. Además, ha sacado de la calles a centenares de jóvenes. Cuenta con dos pisos y equipo profesional de boxeo. Inicialmente era reducido y tenía tres costales, pero fue creciendo con los años a través de donaciones y del trabajo del entrenador y administrador, Rómulo Quirarte. En los años 2009 y 2010, los usuarios y administradores del lugar vivieron algo similar cuando se invirtieron 2 millones de pesos de material deficiente. Los mismos deportistas tiraron muros de tabla roca que deberían ser de block. Con recursos propios se hizo la estructura para costales y peras, se compró piso de caucho y se adquirió equipo con la ayuda de donaciones, de boxeadores profesionales, asociaciones y otras personas. Con las instalaciones a medias y afectaciones al box La remodelación de las gradas inició el 22 de noviembre y terminaría el 30 de diciembre de 2014, sin embargo, no ha sido entregada Hace un mes, entrenadores y boxeadores decidieron iniciar actividades con las instalaciones al 50 por ciento y, a pesar de haber intentado dialogar con Komar Rivera, director del Instituto Municipal del Deporte (IMDET) para que se retiraran los escombros y se arreglaran desperfectos, no sucedió. Hace algunos años, Rómulo Quirarte entrenó en ese lugar y llevó al título a pugilistas como Julio César Chávez, José Luis “El Temible” Castillo, Manuel “Mantecas” Medina, Raúl “Jíbaro” Pérez, Jorge “Maromero” Páez, Antonio “Tony” DeMarco y a Kenia “Jaguarcita” Enríquez, entre otras figuras de talla mundial. Por su parte, Rómulo Quirarte Jr., actualmente entrena a Humberto “La Zorrita” Soto, campeón ligero del Consejo Mundial de Boxeo, y junto con su hermano Roberto Quirarte, preparan a decenas peleadores profesionales y amateur, así como a un centenar de jóvenes, quienes no solo ven en el box un deporte, sino una forma de vida. El gimnasio tiene un promedio de 150 deportistas, cerca de 20 peleadores profesionales y 60 principiantes. Pero debido a la mala calidad de las instalaciones que les asignaron, seis pugilistas profesionales dejaron a Quirarte, entre ellos Kenia Enríquez, ex campeona mundial mosca, y Édgar Puerta, ex campeón mundial Plata Superpluma, así como peleadores amateur. En entrevista a ZETA, Porfirio de la Mora, presidente del Comité Municipal de Box amateur, señaló que como organismo se ven afectados por el mal estado del gimnasio, ya que no tienen los elementos suficientes para dar resultados. Dijo que en 17 años al frente del Comité, Tijuana no había quedado en segundo lugar a nivel estatal como sucedió este año. De la Mora añadió que debido a las etapas de construcción, una en el año 2010 y otra en 2014, por la remodelación de gradas, niños y jóvenes abandonaron el deporte de los puños. “Es un daño que se ha dado al boxeo amateur en la ciudad… Yo creo que (Don Rómulo Quirarte) es el entrenador más grande que tenemos en la actualidad, todavía”, sentenció. Rivera no atiende deporte, solo obras De acuerdo al Diario Oficial de la Federación (DOF) del 31 de enero de 2014, 3 millones 300 mil pesos fueron destinados como parte del FOPEDEP para la remodelación de las gradas de la Unidad Deportiva, de los cuales no se contempló ni un peso del presupuesto para la restauración del gimnasio de box, ni de los espacios debajo de las gradas. Komar Rivera, titular del IMDET, desconoció las afectaciones hechas al gimnasio a pesar de laborar en las instalaciones del CREA. No señaló la existencia de alguna partida presupuestada para recuperar los muros, tuberías y espejos; más bien se dedicó a presumir obras en otras instalaciones. Eso sí, comentó que si no se ha recibido el proyecto es porque seguramente tiene desperfectos. Sobre la seguridad del lugar, aseguró no poder “destinar una persona para algo en particular” y, en el caso del equipo robado, que podían ver la manera de apoyar, siendo que no hubo vigilancia. Presumió constante comunicación con Rómulo Quirarte e incluso el haber intercambiado teléfonos y pedir su opinión para la obra en lo que respecta al espacio del gimnasio, aunque esto fue negado por el entrenador. Según los cálculos del funcionario, terminar una parte de las gradas que faltan costaría otros 3 o 4 millones de pesos, “por decir un número”. La responsabilidad de la obra la tiene la Dirección de Obras e Infraestructura Urbana Municipal, la cual deberá determinar sanciones por los tiempos de obra no respetados e informar sobre los datos técnicos del proyecto, declaró. Por su parte, los entrenadores comentaron que no se les avisó con tiempo para cerrar el gimnasio, que Rivera “se les hacía perdidizo” y solo hasta después de las elecciones del 7 de junio buscó comunicarse, que “ahora sí” se iba a ver el asunto, incluso pidió llaves del gimnasio para “limpiar”, sin que ello sucediera a la fecha. Además, les había prometido presupuesto para reparar daños. Cuestionado al respecto, el presidente municipal, Jorge Astiazarán, respondió que el compromiso de la constructora fue dejar el gimnasio como estaba, “si no lo ha reparado hay que verlo”, y en caso de no cumplir, se actuaría en consecuencia. Sobre el equipo robado afirmó no tener información, pero que el responsable de la obra tendrá que hacerse cargo. ZETA solicitó con el secretario de Desarrollo Urbano, Roberto Sánchez, así como una ficha técnica con los datos del proyecto donde se pedía detallar el porcentaje de la obra, si ya se había entregado, y si se contemplaba la reparación de los daños a la infraestructura del gimnasio. Después de dos semanas de insistencia, el funcionario no respondió. La descripción de la obra índica solo la “reconstrucción total de todos los elementos que constituyen la estructura principal de las graderías y losas de entrepiso, además de reparar las escalinatas de acceso”, que tiene un avance del 100 por ciento y una superficie cubierta de mil 81,11 metros cuadrados. Contestaron que ellos solo ejecutaban la obra, pero el proyecto lo presentaba IMDET. Entre la comunidad deportiva es común escuchar sobre la inexperiencia de Komar Rivera, quien saltó de las juventudes del Partido Revolucionario Institucional, a la dirección del IMDET.