En la Península de Baja California, investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), están desarrollando métodos de acuacultura con almeja generosa para repoblar bancos devastados por la sobreexplotación pesquera que se ha generado en Bahía Magdalena, municipio de Comondú, principalmente, y que ponen en riesgo de desaparecer a la especie en la zona como ha sucedido con otros moluscos. El profesor investigador de la máxima casa de estudios, Sergio González Peláez, apoya en el Proyecto Almeja Generosa de la institución, es por ello que asegura que “esta tendencia es insostenible a largo plazo, va a llegar un momento en que las capturas van a colapsar, y por ende, se van a tener que buscar alternativas pesqueras. Actualmente desarrollamos procesos y procedimientos que nos han permitido obtener gran cantidad de almejas, de semilla de almejas”, celebró. El proceso de reproducción consiste en germinar al molusco mediante inseminación artificial, para trasladarla a ecosistemas con las condiciones ideales para su desarrollo de forma natural. La fecundación requiere que en el laboratorio existan condiciones de control extremas de higiene, bajas temperaturas, PH y oxigenación ideal para que el procedimiento se desarrolle. Guadalupe Muñoz Zurruela, quien participa en la parte técnica del proyecto, habló del proceso tan delicado que es la almeja generosa, participó “hablando de un 100 por ciento de fecundados, digamos que ya para que lleguen a lo que es el asentamiento, pues hemos tenido bastante éxito y ha sido como de un 70 por ciento”, explicó. La almeja generosa es un molusco que se desarrolla y reproduce lentamente en litorales del norte de Baja California Sur, por lo que su captura sin un manejo adecuado es riesgosa para el ecosistema y para la misma especie, porque se puede romper con el orden natural, es decir la cadena alimenticia. Su gran cotización en países sobre todo del continente asiático, debido a su exquisito sabor y propiedades, la hacen un producto fundamental para la industria pesquera, por lo que cooperativa de pescadores, están incentivando el desarrollo de mejores manejos de la especie y asimismo, garantizar la persistencia del recurso. José Alberto Espino Calderón, quien representa a la Cooperativa Piripichi, reconoció que “el recurso nos lo estamos acabando y es un recurso que es muy longevo y tarda mucho en crecer, entonces, no se ha hecho acuacultura de esta especie en el país y la idea es empezar a repoblar áreas”, lanzó. González Peláez por su parte, considera importante la participación de los pescadores en este proyecto, ya que son ellos quienes deben concientizarse en primera instancia, para que la producción se detenga en ciertas zonas de amortiguamiento y poder repoblarla. “Si nosotros empezamos a reproducir semillas y colocarlas en algunos lugares, que las densidades son relativamente bajas, pero las condiciones ambientales favorecen el crecimiento. En zonas donde los bancos han sido agotados, también es una zona en donde podemos incrementar la producción”, apuntó. En Baja California Sur, la actividad pesquera es de gran importancia para el desarrollo de las comunidades asentadas en los litorales de la península y la acuacultura es una alternativa de crecimiento sustentable, favorecido por las condiciones geográficas y ambientales que posee la región.