“Es muy dudoso que un delincuente se inspire para sus crímenes en la lectura de libros; así como siento que quien lee novelas se vuelve un poco más triste. El mundo es inconcebible sin libros: es la memoria de la humanidad”, expresó el entonces joven Gustavo Sáinz en una entrevista de la recién creada Revista Proceso en 1977. El narrador, ensayista, editor y guionista, Gustavo Sáinz falleció el jueves 2 de julio, el próximo 13 de julio cumpliría 75 años. Sáinz fue director y editor de las revistas “Claudia” y “Caballero”, además creó las revistas “Eclipse y “Audacia”. Dejó novelas como “Gazapo”(Joaquín Mortiz, 1965), “Obsesivos días circulares” (Joaquín Mortiz, 1969), “La princesa del Palacio de Hierro” (Joaquín Mortiz, 1974), “Compadre lobo” (Grijalbo, 1976), “Ojalá mueras y otras novelas clandestinas mexicanas” (Barcelona, Océano, 1982), “Fantasmas aztecas” (Grijalbo, 1982), “Paseo en trapecio” (Edivisión, 1985), “Muchacho en llamas” (Grijalbo, 1987). Además, sus obras de largo aliento “A la salud de la serpiente” (Grijalbo, 1991), “Retablo de inmoderaciones y heresiarcas” (Joaquín Mortiz, 1992), “La muchacha que tenía la culpa de todo” (Monterrey, Castillo, 1995), “Salto del tigre blanco” (Joaquín Mortiz, 1996), “Quiero escribir pero me sale espuma” (Plaza & Janés, 1997), “Con tinta sangre del corazón” (Plaza & Janés, 2000) y “El tango del desasosiego” (Ediciones del Ermitaño, 2008). También publicó “Antología de la poesía erótica” (Orientación, 1972), “Jaula de palabras. Una antología de la nueva narrativa mexicana” (Grijalbo, 1980), “Corazón de palabras” (Cuentos eróticos, Grijalbo, 1981), “Los mejores cuentos mexicanos” (Barcelona, Océano, 1984); “Gustavo Sáinz. Autobiografía. Nuevos escritores mexicanos del Siglo XX presentados por sí mismos” (Empresas editoriales, 1996); “Autorretrato con amigos” (Ensayo, 1967). “Gustavo Sáinz es acaso el mayor ‘experimentador’ de la literatura mexicana (y no desdeño a Sergio Fernández, Fernando del Paso y Salvador Elizondo). Sus novelas son audaces, provocativas. Luego de ‘Gazapo’ se arriesgó a publicar ‘Obsesivos días circulares’, y supuse que había escrito su obra mayor; pero me equivoqué: libros suyos como ‘Paseo en trapecio’, ‘Salto de tigre blanco’ o ‘La novela virtual’ sobrepasaron la experimentación de ‘Obsesivos…’, escribió Ignacio Trejo Fuentes. Entre sus reconocimientos figuraron la Becario del Centro Mexicano de Escritores (1962-1963), Beca de la Fundación Ford 1968, Premio Xavier Villaurrutia 1974, Beca de la Fundación John Simon Guggenheim, Beca de la Fundación Tinker y Beca del National Endowment for the Arts.