El recuento de daños que nos ocasionaron, antes y después de separarnos de la Sección 37 del SNTE, los que se enquistaron y entronizaron en los puestos de mando estatal y nacional, que ya no están todos, aunque fueron muchos y graves los daños el paso del tiempo los ha ido borrando. Ya han transcurrido nueve años, ¡qué de obstáculos hemos logrado superar!, desde adentro del sindicato, al que antes pertenecíamos, hasta la cabeza principal del gobierno del Estado que encabezaba Eugenio Elorduy Walther, que se empeñaron perrunamente en hacernos desistir de la separación del SNTE y obligarnos aceptar la imposición forzosa de dirigentes seccionales y el manejo indiscriminado de nuestras cuotas sindicales. Los acuerdos fraguados entre Elba Esther Gordillo y Eugenio Elorduy, quedaron evidenciados con el resultado de la elección en el Congreso Estatal del 17 de marzo de 2006, en el que contra todos los pronósticos resultó triunfador Héctor Manuel Lara Moreno y derrotado Gregorio Carranza Hernández con una diferencia de ocho votos (157 y 149), ocasionando una de las peores rabietas de que se tenga memoria y la peor canallada que generó la división de los maestros en la Sección 37. Elba Esther Gordillo estaba estrenando su partido Nueva Alianza, ahora turquesa. Ya había reformado el Estatuto para erigirse como Presidente Nacional del SNTE y luego como “Presidenta vitalicia”; Eugenio Elorduy le entregó varios millones de pesos para la construcción de un taller de ingeniería “inteligente” y con ello el amarre para la alianza PAN-Panal. Había traicionado al candidato de su partido el PRI, para apoyar a Vicente Fox en el 2000. Había traicionado a los maestros federales al colaborar con la reforma a la Ley del ISSSTE y pretendía apoyar a Elorduy con la reforma a la ley de ISSSTECALI pero ocupaba un incondicional en la Secretaría General de la Sección 37, que además apoyara al candidato del PAN a la gubernatura y ocultar el enorme pasivo que heredaría al sucesor. Así que se confabularon para impedir primero que ganara Héctor Lara y después derrotar a Jorge Hank Rhon, dándole todo el apoyo del SNTE y del Estado a José Guadalupe Osuna Millán. Nos duró poco el festejo del triunfo de Héctor Lara aquel 17 de marzo de 2006, la ira se dejó sentir de inmediato, pese a todas las artimañas sus enviados no pudieron evitar la derrota de su candidato y pese a que ya se le había tomado protesta, hecha la arenga protocolaria, sancionado por el Comité Nacional Electoral, Elba Esther Gordillo ordenó su desconocimiento, utilizó a sus auditores a modo para perjudicarlo; le suspendieron sus derechos sindicales; impuso a un “Delegado especial”, Joel Hernández Peña y exigió a su aliado gobernador José Guadalupe Osuna Millán metiera a Héctor Lara a la cárcel por espacio de siete meses. Después de todas las calamidades sufridas, la actual administración trata al SETEBC y a sus dirigentes con respeto, que antes se le negaba; con respuestas a sus reclamos, que antes se les escatimaba; este mismo día se le entregan jubilaciones, que antes se nos escamoteaban, es por ello que a todo pulmón gritamos con orgullo: ¡Viva el SETEBC y viva Héctor Lara Moreno! Profr. Juan Ríos Pérez Comisión de Prensa y Propaganda Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación