Después de varios meses de reestructuración y organización, la Feria del Libro de Tijuana llega a su XXXIII edición bajo la coordinación de la Unión de Libreros, Centro Cultural Tijuana, Cámara Nacional de Comercio (CANACO) y el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), a desarrollarse del 19 al 28 de junio por tercera edición consecutiva en el CECUT y sin recursos del Gobierno del Estado. Después de la inauguración hoy viernes 19 a las 5:00 pm en la Sala Federico Campbell, el encuentro empieza con un homenaje a la narradora Beatriz Espejo a las 5:30 pm en la misma sala. A las 6:00 pm, en el mismo espacio, Espejo dictará la conferencia inaugural “Escritoras mexicanas contemporáneas”; y a las 7:30 pm, la autora dará a conocer su más reciente novela “¿Dónde estás corazón? (Alfaguara, 2014), con los comentarios de Yvonne Arballo. Un merecido homenaje al poeta Francisco Morales está agendado para el domingo 21 de junio a las 6:00 pm en la Sala Federico Campbell; e instantes después se presentará “La desalmada palabra” (ICBC / FORCA) de Julieta González Irigoyen y Óscar Contreras, que reúne una selección de la obra poética del agasajado, con los comentarios de Humberto Félix Berumen y Beatriz Aldaco. “El CECUT, como organismo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, se suma a los esfuerzos de la Unión de Libreros como del Instituto Municipal de Arte y Cultura para ofrecer durante nueve días más de 100 presentaciones de libros, unos 127 módulos, al menos 85 libreros, dos homenajes, tres salas de presentación, 170 escritores invitados, 14 espacios para talleres, 70 talleres y actividades pedagógicas; un ciclo de cine, un jardín botánico, una explanada”, expresó Pedro Ochoa Palacio, director del Centro Cultural Tijuana, durante el anuncio del acontecimiento editorial el martes 9 de junio. A lo largo del evento librero desfilarán autores como Enrique Serna, Rafael Rodríguez Castañeda, Julio Scherer Ibarra, Benito Taibo, Guillermo Samperio, Rogelio Cuéllar, José Gil Olmos, Wilbert Torre, Efraín Bartolomé, Héctor Aguilar Camín, Eduardo Antonio Parra, Francisco Hinojosa, Saúl Ibargoyen, Jaime Labastida Ochoa, Hugo Salcedo, Jorge Ortega, Guillermo Arreola, Rosina Conde, Bárbara Colio, por citar solo algunos. Jesús Flores expresó a ZETA que en el programa artístico figuran Javier Bátiz, La Ballena de Jonás, Lux Boreal, Péndulo Cero, Ramona, Rosina Conde “y una serie de grupos que van a darle vida al escenario”. El programa está disponible en www.facebook.com/FeriaDelLibroDeTijuana Para el gobierno de “Kiko” “no fue posible hacer una aportación” En cuanto a los recursos para celebrar la FLT, de los tres órdenes de gobierno solo aportan el Ayuntamiento y la Federación a través del CECUT. Pedro Ochoa Palacio informó el 9 de junio que el valor de aportación total en especie del Centro Cultural equivale a 3 millones 240 mil 685 pesos. Jesús Flores expresó a ZETA que “el Ayuntamiento apoya con 2 millones 500 mil pesos en efectivo a través del IMAC, para sufragar todos los gastos que genera la Feria del Libro de Tijuana”. Flores Campbell recordó que “el año pasado se recibió un apoyo por parte de CONACULTA por 3 millones de pesos; pero este año, por el recorte tan fuerte que sufrió el Gobierno Federal no fue posible que fuéramos favorecidos con ese apoyo”. Manuel Bejarano, director del Instituto de Cultura de Baja California, refirió a ZETA que el ICBC cuenta para el ejercicio de 2015 con “un monto global de más o menos 215 millones de pesos” de presupuesto, pero este año el gobierno de Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid no otorga recursos económicos para la realización de la FLT: “A la trigésimo tercer Feria del Libro de Tijuana no fue posible hacer una aportación concreta, específica en este año”, refirió Bejarano a este Semanario, sin embargo, resaltó: “Vamos a tener un módulo de exposición y venta de libros editados por el ICBC, a tener presentaciones de siete libros, novedades editoriales; también hay otras actividades del Instituto como lecturas de obra, mesas de diálogo… también vamos a participar en el pabellón infantil con talleres”. La reestructuración En 2014, la Feria del Libro de Tijuana (FLT) se desarrolló en un ambiente de diferencias entre los organizadores que directivos de Unión de Libreros, IMAC y CECUT reconocieron públicamente en diversas oportunidades, incluso durante la inauguración. Fue una “tormentosa relación institucional”, expresó a ZETA Don Alfonso López Camacho, fundador de la FLT en 1980. Vianett Medina, presidenta de la Unión de Libreros de Tijuana, explicó cómo han “dialogado” para organizar el suceso editorial: “Con el Comité Literario se venía trabajando por cuatro años, y en 2014, en particular se disolvió por la falta de comunicación, de un tanto autoritarismo del IMAC que dijo: ‘Aquí voy a hacer las cosas de este modo’, pero sí se estuvo dialogando durante todo el tiempo entre una feria y otra, se llegaron a acuerdos históricos en el sentido de que ya no se iba a manejar de forma autónoma en algunos puntos clave el IMAC, sino que se iba a trabajar de común acuerdo”. Los organizadores prescindieron del puesto de “director honorario” que ocupó Leobardo Sarabia en 2014, nombrado por Jesús Flores, y luego los “acuerdos históricos” desembocaron en la firma de un convenio el martes 9 de junio de 2015 entre CECUT, CANACO, IMAC y Unión de Libreros para llevar a buen puerto la FLT, donde se repartieron responsabilidades en comités para coordinar diversas tareas propias de una feria del libro. En entrevista con ZETA, Alfonso López Camacho, fundador en 1980 de la Feria del Libro de Tijuana y propietario de la tradicional Librería El Día, analizó la etapa en que se encuentra el acontecimiento librero luego de 35 años y 33 ediciones: “Desde un símil biológico cabe afirmar que la FLT ha entrado en una etapa de madurez, si consideramos la experiencia acumulada en sus más de tres décadas de vida, un tanto lastrada por los continuos cambios políticos y veleidades de las autoridades gestoras (algunas más que otras) del IMAC, cuyo apoyo, por otro lado, ha sido determinante para su progresión desde 1998”. — ¿Qué rol está llevando a cabo el CECUT en la organización de la FLT este año? “Si bien, en la pasada edición de la feria el CECUT ya tuvo una aportación relevante, este año está asumiendo la parte del papel protagónico que le corresponde como institución federal de gran presencia cultural en la ciudad, que se suma con toda su jerarquía y capacidad al proyecto colectivo que han venido tutelando el IMAC y la Unión de Libreros. “En la suma total de su apoyo no solo hay que considerar su aportación económica (cantidad que desconozco, pero que ha de ser la necesaria, sin duda) sino que hay que valorar los recursos humanos y su capacidad de gestión, infraestructura, espacio, servicios, etc. Confío que en un ejemplar ejercicio de transparencia administrativa, al final de la Feria conozcamos con precisión cómo se gastan nuestros recursos, nunca mejor invertidos en términos de una visión de la cultura desde el rendimiento social (perdón por la coletilla)”. — ¿Qué papel está jugando el IMAC que dirige Jesús Flores en la organización de la FLT? “Después de la tormentosa relación institucional del pasado año, cuya nube no acaba de desvanecerse, se llegó a un juicioso convenio de respeto entre pares que han propiciado un mejor entendimiento, sumando esfuerzos en beneficio de la XXXIII Feria del Libro de Tijuana, en la que el IMAC juega el papel importante que siempre ha sido valorado en su justa medida por la Unión de Libreros”. — Aunque en un principio el IMAC informó que solo contaba con 270 mil pesos para la FLT, ¿qué lectura hace de que el Ayuntamiento de Tijuana haya aportado 2 millones y medio de pesos en efectivo para el evento editorial (según Flores Campbell)? “Es importante la aportación que mencionas de 2 millones y medio por parte del IMAC, según la concesión del C. Presidente Municipal para la edición de la Feria del presente año; pero ello no desvirtúa el hecho singular de que la FLT nunca ha dispuesto de una partida suficiente en el presupuesto de la Ley de Ingresos y Egresos del IMAC, pese a que las diferentes administraciones que se han sucedido desde 1998 han tenido conocimiento pleno de las necesidades financieras que genera una actividad cultural de esta naturaleza. “Puedo atestiguar que a través de la Junta de Gobierno del IMAC se planteó en varias ocasiones la necesidad de atender este punto, para evitar la incertidumbre que cada año supone la falta de recursos. Hay que recordar a los gobernantes que el dinero que se invierte en cultura, es el de mayor rendimiento social”. — ¿Qué puede Usted decirnos de que el ICBC no haya aportado recursos económicos para la realización de la FLT? “La participación del ICBC en la pasada Feria del Libro fue un hecho excepcional (nunca antes figuró como agente activo o pasivo), cuya inclusión vendría justificada por cuanto se dice que aportó los 3 millones de pesos que se necesitaban para el evento, es decir, a falta de la previsión del IMAC, en un acto de malabarismo financiero, el recurso llegó vía Estado en lugar de vía Municipio. La novedad en el convenio es la presencia de la CANACO, como aval a la Unión de Libreros, su sección especializada”. — Algo que quisiera agregar Don Alfonso…</p> “Quisiera agregar que para cimentar la etapa de madurez a la que me refería antes, sería conveniente retomar la idea de que la Feria se apoyara en un comité de ciudadanos dispuestos a aportar su interés y dedicación, y que su experiencia operara como una cadena de transmisión en el relevo de las diferentes administraciones que aportan los tiempos políticos. Un proyecto de esta naturaleza fue frustrado por el injustificado celo del funcionario de turno (Jesús Flores Campbell); pero sería necesario insistir. “De paso, añadir que en estos momentos difíciles en que vive nuestra democracia, la cultura, hoy más que nunca, debe ser un ariete de los cambios radicales que exige México, y en este sentido la XXXIII Feria del Libro de Tijuana es una ventana abierta al conocimiento: un valor esencial para la búsqueda de la libertad intelectual a la que debe aspirar cualquier ciudadano, sin distinción de clase”. Ofrecerá libros antiguos sobre Península de California Ramón Nava y Nava, vendedor de libros desde 1946, tendrá un espacio dentro de la Feria del Libro de Tijuana 2015. Será la última vez que recorra el país ofreciendo al público un acervo cultural de más de 300 libros sobre geografía, historia y artes de todas las entidades de la República Mexicana, esto debido a su avanzada edad y su estado de salud. Con 94 años de edad, Nava y Nava asegura ser el librero más viejo del país y dice será este su último viaje a Tijuana, ya que le espera el retiro, por lo que remataría gran parte de los libros que trae consigo y abandonará sus puestos habituales en San Ángel y Coyoacán en la Ciudad de México. Para esta ocasión, Nava y Nava trae una selección que dice “muy valiosa” sobre las tres Californias, con libros con mapas raros y antiguos de la Península, fotografías de las misiones y la fauna y flora nativa, algunos de estos editados en el Siglo XIX y otros tantos más a inicios del Siglo XX; además de ediciones viejas de clásicos literarios. El librero incluso rememoró y comentó a ZETA que el primer libro que vendió hace más de seis décadas fue la novela “María” del colombiano Jorge Isaacs. “Mis libros no son caros, son costosos, yo no acepto que me digan que un libro es muy caro, pero sí es costoso en México. El mexicano lee en diez años cinco libros, somos un pueblo inculto, no lee, lee muy poco, además la situación económica afecta la venta de libros” lamentó el comerciante. Héctor Ortiz