Ahora resulta que una turista estaba de visita en el Museo de Heraclión, en Creta, y en eso perdió el equilibrio. Para evitar una caída, a la mujer no se le ocurrió otra cosa mejor que ¡EN ZERIO! pepenarse de un jarrón milenario. La pieza, que pertenecía a la era minoica, se hizo añicos. De acuerdo con el Ministerio de Cultura griego, la visitante apenas se hizo un rasguño en la pierna. Ahora se analiza la posibilidad de restaurar el jarrón milenario.