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viernes, septiembre 20, 2024
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Se dejó querer

El dolor era insoportable, su cara lo denotaba por momentos, la sangre seguía brotando aun cuando sus dedos estaban vendados; sin sutura y con el intenso movimiento que el artista hacía en alusión a cada tema que interpretaba, poco a poco la venda se pintó de rojo, sin embargo, la herida que se ocasionó con las hélices de un dron, no le impidió a Enrique Iglesias regresar al escenario para finalizar su concierto, sellando su compromiso con sus fans de Tijuana que por primera vez lo tuvieron en esta ciudad. Llevaba cincuenta minutos de concierto antes de que sufriera el percance. El show había comenzado con intensidad, el bombazo de melodías que ofreció, de inicio puso a bailar a las más de 10 mil almas que se encontraban en la Plaza Monumental, clave perfecta para que aquello se convirtiera en una gran fiesta a ritmo de “Tonight”, “I Like How It Feels” y “No me Digas que No”, una tercia que rápidamente incendiaría los ánimos de la gente. Arropado en un escenario con tecnología de punta en la que destacaba una enorme pantalla, además del impecable audio que se escuchaba hasta la última fila del inmueble y acompañado por ocho músicos, el arranque no podía haber sido mejor: “Esas manos, ¡arriba Tijuana!”, incitaba el ibérico al público, para seguirle el ritmo. Dueño del escenario, Iglesias iba y venía de un lugar a otro, se acercaba al filo del entablado para que sus fans le tomaran fotografías, coqueteaba con ellas y se dejaba tocar, mientras su imagen se proyectaba en las pantallas para disfrute del público. En su actuación, el artista jugueteaba con un dron que sobrevolaba el lugar, lo atrapó en varias ocasiones, se lo acercaba al rostro, cambiaba de posición, intentaba que el aparato captara junto a él a la gente que eufórica le gritaba para dejar captadas esas imágenes para su álbum, hasta que vino el accidente. Enrique tocó las hélices del dron, ocasionándole una herida en dos de sus dedos de la mano derecha, inmediatamente lo soltó, siente dolor pero no deja de cantar. La producción soltó papelitos blancos al tiempo que el español alzó las manos en señal de triunfo, como una muestra de que estaba bien. Las notas de “Escape” llegaban a su fin y el intérprete dejó el escenario para recibir atención médica. Mientras tanto, el público aplaudía, se preguntaba si su ídolo volvería a salir, o, si por la herida que sufrió, abandonaría el concierto. En espera de un resultado, los músicos amenizaban el momento; transcurridos diez  minutos, el artista reapareció en un escenario alterno, muy cerca de la zona de barrera, con sus dedos ya vendados y dispuesto a terminar lo que había comenzado, para entregarse plena y totalmente. Fue con “Héroe” que se subió a la parte de barrera con la ayuda del público que lo tocaba, abrazaba y le tomaba fotos, Enrique no dejaba de cantar. El momento fue sublime, la gente, más allá de lastimarlo lo protegió, sabía que estaba herido y no se arrojó con la euforia que acostumbran cuando su artista está cerca de ellos. Solo lo acariciaban y sostenían para que no se cayera. Ya de regreso al entablado, la adrenalina fluía en su cuerpo, su energía seguía intacta, se mostraba entero, cantando mejor que nunca, incitando al público a seguir disfrutando de su actuación. “Buenas noches Tijuana, ya sé que esto lo he dicho mil veces, mi vida empezó aquí en México y aquí me muero”, expresó con orgullo. También en otro momento de su presentación brindó con tequila acompañado de sus músicos: “Por el mejor país del mundo, por México. ¡Salud!”. El festín musical continuó por una hora más, con éxitos como “Lloro por Ti”, “Be with You”, “I’m Freak”, “Bailamos” y “I Like It”, sin olvidar los temas sublimes como “Cuando me Enamoro”, “Loco”, “Perdedor”, “Por Amarte”, “Experiencia Religiosa”  y “Nunca te Olvidaré”. Después de dos horas de concierto y con un público entregado, Enrique Iglesias selló su presentación en Tijuana dibujándose un corazón con la sangre que brotaba de su mano, en señal del cariño hacía los 10 mil fanáticos que fueron testigos de una actuación memorable.   La herida requirió de cirugía El lunes 1 de junio, dos días después de ocurrido el incidente con el dron al cortarse las yemas del dedo anular y cordial en su actuación en Tijuana, como parte de su gira “Sex and Love”, Enrique Iglesias fue sometido a una cirugía para reconstruírselos. La intervención se realizó en Los Ángeles, California, ciudad a la que llegó la misma noche del percance, acompañado de la ex tenista Anna Kournikova. Si bien la noche del 30 de mayo, el artista no quiso suspender su show a pesar de las recomendaciones del equipo médico de no regresar al escenario, puesto que la herida era profunda, éste decidió volver al entablado para cumplir con lo pactado a sus seguidores tijuanenses, sin importarle las consecuencias, pues aún le faltaba más de la mitad de su presentación. “Su reciente cirugía duró más de lo esperado, ya que el daño terminó siendo un poco peor de lo que se evaluó inicialmente. Sufrió una fractura que necesitaba ser corregida, además de la cirugía reconstructiva. Él se estará recuperando durante las próximas semanas. Se prevé una recuperación completa”, asentó Joe Bonilla, representante del cantante, en su página oficial. Los paramédicos de la Cruz Roja que primero atendieron a Enrique en el concierto (después otros lo esperaron en el aeropuerto, a bordo de una ambulancia de la Benemérita Institución), expresaron que uno de los motivos por los que el intérprete de “Si Tú te Vas” sangraba demasiado fue porque “se había cortado un cuerito del dedo (parte de las yemas) después de soltar el dron, lo que no ayudó a detener la sangre en un primer intento”. Además, no siguió las indicaciones de éstos, quienes le sugirieron, debía tener la mano levantada y quieta, cosa que no sucedió, puesto que en lo que restó del concierto, el artista no se detuvo en ningún momento. Tras el percance, Enrique Iglesias no ha dejado de recibir muestras de apoyo por parte de sus fanáticos, cuyos  mensajes de aliento, imágenes con la leyenda de “alíviate pronto” y cientos de fotos de manos con pequeños escritos de solidaridad, dan muestra del gran cariño que la gente le profesa. Otros dos incidentes, pero de menor gravedad, fueron los ocurridos al artista a principios de abril, cuando Iglesias cayó del escenario durante un show en el puerto de San José, en Guatemala; y el más reciente, el 23 de mayo en su actuación en la Plaza Monumental de Morelia, Michoacán, cuando al tratar de saltar de un andamio hacia el entablado, no alcanzó a llegar y terminó en el suelo.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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