El doctor Juan Manuel Valenzuela, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, explicó que el Foro de Cultura y Migración 2015 tiene el objetivo de propiciar el respeto a las diferentes expresiones, lenguas y culturas. Se trata de un evento celebrado entre ayer jueves 28 y hoy viernes 29 de mayo, por la representación en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). En las jornadas, que tienen como sede El COLEF, el Centro Cultural Tijuana (CECUT) y el Centro Estatal de las Artes (CEART), se analizan temas como Cultura y Migración; Cultura y Desarrollo; Diversidad, Identidades y Fronteras; Diversidad Cultural, Arte y Migración; “Derechos Culturales y Migración”; y Periodismo y Migración. Como coordinadores fungen Nuria Sanz de la UNESCO, el director del CECUT, Pedro Ochoa y el director de El COLEF, Tonatiuh Guillén López. Entre los participantes destacan Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); el doctor José del Val, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la UNAM; Roberto Rosique, artista plástico local; además del periodista Javier Solórzano. Pensar la situación de América Latina a partir de los conceptos de cultura, migración y frontera, es otro de los objetivos de las mesas de trabajo de estas jornadas, explicó el investigador Valenzuela. “Tijuana es una expresión de la articulación entre flujos locales y migratorios, el crecimiento de Tijuana en gran parte ha estado influido por acontecimientos y estrategias económicas definidas al norte de la frontera (Estados Unidos)… todavía hoy la mitad de la población de Tijuana no es nacida aquí”, estimó, lo que no ha impedido que la ciudad construya una identidad propia y un arraigo entre sus pobladores. “La frontera sigue siendo un punto de visibilidad de procesos conflictivos, tanto del paso hacia el norte como de la deportación”, compartió a ZETA. “Cuando hay recesión se criminaliza a los migrantes, se hacen campañas xenofóbicas, se les deporta y, cuando hay crecimiento económico, se solicitan, se guarda un silencio discreto, se deja que pasen, porque a final de cuentas, la población latina y mexicana es un componente central en la vida de Estados Unidos”. Mencionó que no es que se “privilegie” la diversidad cultural, sino que se trata de la realidad de Tijuana, donde “somos distintos” y “las diferencias han sido pretexto para propiciar condiciones de inferioridad en grupos sociales”. Además, “el reconocimiento de la diversidad y el respeto enriquece a los pueblos, el día que en lugar de convertir al diferente en un enemigo veamos la posibilidad de enriquecerlo, como sociedad y humanidad seremos más grandes”. En el mismo sentido, Nuria Sanz, representante de la UNESCO, comentó que penosamente la migración siempre se vincula a la violencia, al crimen organizado y a políticas públicas mal ejecutadas. “Relucir todo lo de benefactor que tiene un concepto como el de migración, la migración significa un beneficio en el origen, en el destino y en el tránsito. Estamos aquí para intentar desgranar cuales serían los elementos, acicates, ingredientes de aquellas políticas públicas que deben reconocer la contribución positiva de la migración en clave cultural en todas las áreas de desarrollo humano” señaló a propósito de estas jornadas.