Tres parejas, una de adultos cincuentones, otra de cuarentones y una joven pareja de veintitantos querían unirse a su nueva parroquia. El cura les dijo que tenían una condición especial para hacerlo: Ustedes deben abstenerse de tener sexo por dos semanas… Las tres parejas estuvieron de acuerdo y volvieron luego de las dos semanas. El cura fue y le preguntó a la pareja mayor: ¿Fueron capaces de abstenerse estas dos semanas? A lo que el cincuentón dijo: ¡Por supuesto! ¡Felicidades!… y bienvenidos a la parroquia. Luego le pregunta a la segunda pareja: – ¿Fueron capaces de abstenerse del sexo por estas dos semanas? El cuarentón contestó: En realidad la primera semana no tuvimos ningún problema, pero la segunda semana tuve que dormir en el auto un par de noches, pero lo logramos. ¡Felicidades!… y bienvenidos a la parroquia. Entonces el cura se dirigió a la joven pareja: ¿Fueron capaces de abstenerse estas dos semanas? Bueno, padre, la verdad es que no lo logramos. ¿Qué pasó? -dijo el padre exaltado. Mi señora estaba alcanzando una lata de atún en la estantería de más arriba, pero se le cayó… Cuando se agachó para recogerla no me pude aguantar, me volví un animal. ¡Qué pena! ¿Ustedes entienden que ahora no son bienvenidos en la parroquia? Dijo el cura con tono solemne. Sí, padre. Tampoco somos bienvenidos en el Calimax. Autor: Anónimo de la parroquia en cuestión.
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