La docente del Colegio de Bachilleres plantel Miguel Hidalgo en Mexicali, Alba Rosario Marrón Canseco, destacó como la única mexicana que estudiará, investigará y realizará seminarios en la Universidad de Indiana, Estados Unidos de agosto a diciembre de este año 2015. Al haber sido seleccionada como una de las 17 maestros internacionales acreedores al prestigiado premio Fulbright Distinguished Award in Teaching Program –un reconocimiento distinguido a la enseñanza de programas– que otorga el Departamento de Estado estadunidense. Los docentes seleccionados viajarán de Marruecos, India, Chile, Singapur, Nueva Zelanda, Taiwán. “Este premio es una meta que yo tenía desde los 17 años, quería irme a Estados Unidos y que me pagarán por estudiar y era un sueño de adolescente, quién me iba a decir que 30 años después lo lograría”, comenta la maestra preparatoriana quien elaboró un proyecto de investigación relacionado con las teorías de adquisición y aprendizaje, y su relación con los niveles socioeconómicos y otras desventajas. La idea es que después de la estancia en la universidad norteamericana, regrese a Mexicali para dar seguimiento a este proyecto. Marrón Canseco es Contadora Pública de profesión, profesora con 20 años de trayectoria en el sistema Cobach: “Son alumnos muy nobles, son diferentes, yo he dejado mi bolsa, celulares, cartera, jamás se me ha perdido nada”. Durante estas dos décadas ha sido maestra de inglés en los diferentes niveles con materias como Cultura de Trabajo en Equipo, Administración, Contabilidad, parte de la formación para el trabajo. Respecto a la decencia con los jóvenes un una zona conflictiva, asume “Si hay un impacto y si hay una diferencia”, y compara con los jóvenes que también le tocaron pero en el plantel Baja California “El alumno es diferente, es más cuidadoso, se ve que tiene más la presencia de los padres, inclusive, se ve hasta mejor alimentado, tiene mejores hábitos de estudios, se ve la compañía de la familia” Del estudiantado en el plantel Miguel Hidalgo opina: “Hay muy buenos muchachos, pero en cada grupo siempre habrá cinco, seis alumnos que, como decía uno de los autores, ´no saben por qué están ahí´, que aún no comprenden que la preparatoria es quizá su última esperanza para tener una vida de mejor calidad, porque los muchachos que se van de nosotros van a una maquiladora o a un trabajo no calificado. Un muchacho que está con nosotros está educándose, aprendiendo, creciendo y no está en la calle”. Alba comenta que hace mucho hincapié en que los muchachos deben tener ambiciones. “Si no establecen metas ahorita van a ser como las hojas esas que las lleva el viento. Tú tienes que saber qué quieres, a dónde vas…”.