Hace unos días, fue descubierta la mapachería que, desde adentro, buscan apoderarse de Morena Baja California. Aglae y Thalía Vargas Gonzales (hermanas), Erick Moreno Aguilar, Gilberto Herrera Solórzano y Teodoro Araiza Castaños mucho tiene que explicar a la militancia del partido de Andrés Manuel López Obrador, que hasta antes de sus actos, era la esperanza de Baja California. Los mencionados, que nada hicieron por apoyar a sus candidatos a diputados federales en la pasada elección, hoy buscan hacer el trabajo sucio de Jaime Bonilla, el empresario y dueño de PSN, un diputado plurinominal faltista que no trabajó por los bajacalifornianos, al contrario, trabajó para sus intereses y su grupo que sigue “operando” para imponer gente y candidatos afines a sus bajos instintos. Estos indefinidos, violentaron los estatutos internos de dicho partido, sin que hasta ahora nadie, absolutamente nadie, tome cartas en el asunto. El silencio de Martha Patricia Ramírez Lucero, presidenta fantasma del Comité Municipal de Morena en Tijuana y de José Guadalupe Montoya Jiménez, dirigente estatal del mismo, es verdaderamente preocupante. En Morena, como en el PRD también hay “chuchos” que son capases de vender hasta el… honor con tal de conseguir posiciones y cargos para mantener el cacicazgo que, según AMLO, no existe en su partido pero que como es evidente vemos que Morena es exactamente igual o peor de lo que tanto critican de otros contrincantes políticos, la simulación es igual al servilismo, la complicidad es igual a imposición. A Morena pues, le urgen dirigentes legítimos, que defiendan los intereses de dicho partido. Morena está secuestrado por quienes buscan concertar y promueven la sumisión, complacencia y entreguismo que hasta hace poco era exclusiva de otros partidos y que hoy con los empleados de Bonilla al frente, está más presente que nunca. Considerando que: en el momento actual de las circunstancias que vive Morena Baja California, se requiere reafirmar la necesidad con carácter de urgente para que la militancia tome las decisiones y se rechace absolutamente cualquier decisión que venga de unos cuantos, cúpula escogida y formada desde antes. Se insiste y se demanda una nueva dirigencia estatal y municipal, donde cumpla con el firme propósito de luchar por la unidad y fortalecimiento de Morena BC, ya que este es el único medio para diseñar una estrategia integral de fortaleza y unidad partidista. No se puede retroceder y copiar prácticas antidemocráticas, prácticas nocivas que son garantía de derrota. O se trabaja por mantener la poca credibilidad que se tiene en Morena BC después de lo ocurrido por el grupo de mapaches al servicio de Bonilla o simplemente la confianza será nula en la próxima elección del 2016 que está a la vuelta de la esquina. Morena BC debería considerar el juicio político y la aplicación total de sus estatutos que logren la expulsión definitiva de los mencionados relacionados a la grabe falta cometida por todos los involucrados en dicho escándalo que desprestigia al Movimiento de Regeneración Nacional. Al menos en nuestro Estado y municipio. Los mapaches tienen nombre y apellido, cobijados bajo la mano de PSN, buscan cancelar las decisiones democráticas para imponerse como autoridad y designar así a sus dirigentes y candidatos que, como el PRI, operan para desestabilizar y desprestigiar a un parido nuevo, pero con las viejas mañas de siempre. Ni hablar, habrá que esperar… Raúl Abraham Corona Becerra Tijuana, B.C.