A tres meses de su captura e internamiento en el penal de máxima seguridad Altiplano, en Almoloya de Juárez, el presunto narcotraficante Servando Gómez Martínez “La Tuta” se ha convertido en uno de los reclusos más demandante para autoridades judiciales y penitenciarias. El ex líder de la organización criminal de los Caballeros Templarios ha solicitado por lo menos cuatro amparos en contra de los directivos y otros funcionarios del CEFERESO número 1 en el Estado de México, uno por presunta incomunicación y tres por falta de atención médica y de medicamentos. http://zetatijuana.com/noticias/generalez/19365/la-tuta-reclama-atencion-y-medicinas Como en la mayoría de los casos, en los que personas internas en los reclusorios federales reclaman –vía amparo- atenciones de diversas especialidades médicas, las autoridades carcelarias se apresuran a brindar dicha atención y lo informan a los jueces que conocen de los juicios de garantías. En el caso de “La Tuta”, a diferencia de otros presos, destaca su insistencia en que se le atienda integralmente en sus necesidades básicas generales y de salud, siempre utilizando sus frases favoritas: “con el debido respeto” y “con mucho respeto”. http://zetatijuana.com/noticias/generalez/21294/la-tuta-recibe-atencion-y-medicinas En una de sus más recientes demandas de derechos fundamentales, Servando Gómez Martínez informó al Juez Quinto de Distrito de Amparo y Juicios Civiles Federales del Estado de México, sufrir de un sangrado interno, padecer hemorroides, ulceras, gastritis e inflamación de la próstata tipo 3 o 4. Las autoridades respondieron al juzgador que ya atienden al quejoso. http://zetatijuana.com/noticias/generalez/22106/la-tuta-con-sangrados-internos Sin embargo, “La Tuta” continúa con el envío de escritos –respetuosos- para señalar que son falsos los informes de los funcionarios del Altiplano. “Con mucho respeto para las autoridades de amparos como tanto para las autoridades responsables del centro federal de readaptación (CEFERESO) social, necesito que los doctores encargados o personal del centro, me den una explicación sobre los medicamentos que me deven (sic) de dar (…)”, detalla la última misiva del profesor de primaria preso por delincuencia organizada. Con no muy buena ortografía, Gómez Martínez asegura que “desde el día que me rebizaron (sic), únicamente una vez y creo fue el día 1° y 2° de junio, no he vuelto a ser llevado al doctor, mi problema fuerte como lo manifesté es un sangrado interno (obraba como moronga) y únicamente me dieron omeoprazol a lo cual yo se que es para las gastritis y no se me ha vuelto a dar más explicación”. El afamado interno expresó “creo el 3 de junio me sacaron en laboratorio cuatro tubitos de sangre, pero hasta estos momentos no he recibido de parte de nadie del personal médico o por parte del centro federal una explicación a mi padecimiento”. “La Tuta” desmintió que se le brinde la atención que los directivos le informan al juez. “En la parte que responde el centro federal que me han visto tres doctores (as) en estos días a lo cual no es verdad, únicamente me valorizó un doctor del cual desconozco su nombre”. El presunto criminal –no confeso, como dice él- remató su escrito como lo hacía en sus videos famosos en redes sociales, con agradecimiento. “Sin más por el momento es cuanto deceo (sic) manifestar, creo yo que después de 9 días de haberme visto o revizado (sic) el doctor es justo y necesario una nueva valoración y se me explique vervalmente (sic) la causa de mi mal o padecimiento. Gracias”. Tras acordar la recepción del documento firmado por “La Tuta”, el juzgador requirió a las autoridades penitenciarias para que de inmediato cumplan con la suspensión de plano del acto reclamado y remitan copias certificadas de todas las constancias que integran el expediente clínico del reo “de donde se advierta cuál (es) es (son) el (los) medicamento (s) que ha recibido a partir del día tres de los cursantes, así como el resultado de los análisis de laboratorio que se le practicaron”. La autoridad judicial apercibió al director del Cefereso 1 Altiplano a responder en el término de 24 horas a su solicitud de información. El juez recordó al funcionario federal que el artículo 262, fracción III, de la Ley de Amparo, prevé una pena de tres a nueve años de prisión que “no obedezca un auto de suspensión debidamente notificado, independiente de cualquier otro delito en que incurra”. También el juez hizo saber al director de la penitenciaría almoloyense y demás autoridades involucradas que “queda bajo su más estricta responsabilidad la salud y vida del impetrante (dícese de aquel que entra en un proceso judicial), debiendo responder por cualquier alteración que sufra con motivo de la falta de atención médica que refiere este último, no le ha sido proporcionada, y respecto de la cual no han demostrado lo contrario las aquí responsables”. Se prevé la elaboración de nuevos escritos “respetuosos” de Servando Gómez Martínez “El Profe” para que su estancia en prisión sea más llevadera.