Justo el día en que se cumplió un mes de su fallecimiento, el jueves 25 de junio Octavio Hernández Díaz fue motivo de una mesa de evocación en la XXXIII Feria del Libro de Tijuana, en la que participaron los poetas Edmundo Lizardi y Carlos Martínez Villanueva, y el periodista Jaime Cháidez. Poco más de 50 personas respondieron a la convocatoria para evocar a “Bibliorock” en la Sala Federico Campbell del CECUT, ocasión que transcurrió entre anécdotas sobre el homenajeado y expresiones encontradas ante su aún muy reciente fallecimiento. Durante el evento en honor a “Octarock”, fue transmitido un segmento del video que contiene la presentación del libro “De la existencia y otras adicciones” de Carlos Martínez Villanueva donde Octavio Hernández participó con sus comentarios justo el 23 de abril de 2015, cuya cinta por cierto puede consultarse en https://www.youtube.com/watch?v=uh7a5rbnQxg En su turno, Carlos Martínez leyó con una voz quebradiza un sensible texto que preparó especialmente para la ocasión en memoria de Octavio Hernández: “Era tu abrazo, verdadero; tu buen humor, un licor que te animaba. Tengo más de 20 años de conocerte en los arrabales, salas de conciertos, taloneando un tabaco, devolviendo una cajetilla y eras el mismo tipo afable que se ganaba el cariño de todos; la ironía benévola que te caracterizaba, tu risa ligera, son para Tijuana un blues melancólico por tu partida; tengo ganas de abrazarte de nuevo; emprendedor incansable apoyando a las nuevas jaurías, siempre con tu ángel Rosalba que era para ti el motor de tus sueños”. El poeta Edmundo Lizardi sacó del flanco de su saco azul marino un texto que leyó en recordación luctuosa de “Octarock”: “Buen viaje, Octavio, tuve el placer de tenerte en algunas Lunas de Octubre, el Encuentro de Escritores en La Paz y Los Cabos, la ciudad de Rosalba, tu ‘dama’, como caballerosamente llamabas al amor de tu vida. La querida amiga que al enfermarse y tener que regresar al Puerto de Ilusión, te dejó en la más profunda soledad, como me lo confiaste la última vez que nos vimos en el Felino, allá en Tijuana, en noviembre pasado. Qué dirá ella ahora que ya no estás, que ya te nos fuiste. Como dice el poeta juarense, Miguel Ángel Chávez, ‘la cofradía de Lunas… llora a su Bibliorock’”. Finalmente, en la mesa editorial dedicada a Octavio Hernández, también se presentó “Cornucopia. Periodismo sonoro y anexas” editado por el CECUT en 2012, título que se une a su otro libro, “Tijuana Mesopotamia. Crónicas y otros latidos” (IMAC, 2000).