El martes 23 de junio, la milicia israelí le perdonó el castigo que le había impuesto a un soldado judío nacido en Estados Unidos por violar las reglas kosher. Y es que el muchacho no resistió ¡EN ZERIO! comerse un sándwich de lomo de cerdo mientras portaba el uniforme. A consecuencia de su buen diente, el joven recibió una condena de 11 días de cárcel. La pena se redujo a arraigo en la base militar por el mismo periodo después que familiares abogaron por el soldado y un legislador estadounidense le escribió una carta al ministro de defensa de Israel.