Compartió Jorge Ortega poemario y libro de ensayo

Entre otras actividades literarias, el poeta bajacaliforniano Jorge Ortega compartió durante la XXXIII Feria del Libro de Tijuana su más reciente poemario “Guía de forasteros” (CONACULTA, Bonobos, 2014) y su libro de ensayo “El ancla y el arado. Apuntes sobre poesía Iberoamericana y otras afinidades”, éste último integra la Colección Editorial 2014 del Centro Cultural Tijuana (CECUT). La primera presentación editorial sucedió el sábado 20 de junio en la Sala de Lectura con “El ancla y el arado” con la presencia del autor en su versión de ensayista y los comentarios de la escritora Karla Villapudua; se trata de una recopilación de 16 ensayos sobre la lengua española y autores al paso de los siglos que han dejado una estela indeleble en la literatura universal, por ejemplo, Fray Luis de León o Luis de Góngora, incluso José Gorostiza hasta llegar a la obra de Octavio Paz y Gilberto Owen, por citar solo algunos. “El nacimiento de ‘El ancla y el arado’ abona al territorio de la investigación sobre poesía y al de la creación, al realizar una doble función: una epistémica y otra estética. Epistémica en el sentido que aportan las hipótesis de cada uno de los ensayos, donde algunas veces se proponen síntesis que complementan o corrigen tesis anteriores, o como el mismo autor señala compensan otras lecturas. Estética porque la meditación pausada y certera de Jorge Ortega evoca a lo sensorial de una prosa poética  que embona de manera armónica con la reflexión racional”, leyó Karla Villapudua ante poco más de 80 personas. “La publicación de libros como ‘El ancla y el arado’ en el panorama actual de la literatura nacional es fundamental puesto que afirma la permanencia y coexistencia de la poesía en una época donde en ocasiones la palabra poesía o la palabra poeta se ha tornado un cliché, sin profundidad ni búsqueda espiritual alguna. En este sentido, los poetas que aparecen en escena en la meditación de Ortega, son los poetas que han alcanzado ese sobrevuelo que constituye el pliegue entre lo uno y lo múltiple sin mutilación alguna, pues todos de cierta manera, son partícipes de una meta percepción producto de ese desocultamiento del Ser, al que tanto aludía Heidegger en varios de sus escritos”, complementó Villapudua. Luego de hacer un análisis sobre cada uno de los ensayos propuestos por el poeta cachanilla (Mexicali, 1972), Karla Villapudua sentenció: “Pienso que la existencia de un libro como ‘El ancla y el arado’, al meditar sobre algunos de los más altos vuelos de la poesía en castellano es de suma importancia para el pensar contemporáneo”. Después, el martes 23 de junio, el turno fue para “Guía de forasteros” también en la Sala de Lectura con la participación del autor y los comentarios de Manuel Iris y Carlos Alberto Rodríguez Delgadillo. Para empezar la tarde, Manuel Iris declaró sobre “Guía de forasteros”: “Un libro tan centrado en el silencio y la calma está, por supuesto, formado de poemas que no pueden leerse a prisa. La reflexión pide no solamente lentitud en el pensar las cosas sino en el sentirlas”. “Estamos, pues, frente a un poeta que se ocupa de lo que hay debajo de la piel, pero que desde la piel habla. Estamos ahora frente a un libro que desafía su propia naturaleza física, queriendo salir de sí. Es muy poco decir que estamos frente a un libro bien escrito, porque estamos frente a un conjunto de verdaderos poemas que se ocupan, a partir de nuestros cuerpos, de lo que somos de alma. Es un libro que busca el arquetipo para entender al individuo. Por personal, este libro delicado, brillante y preciso, este conjunto de revelaciones filosóficas que se nos ofrecen con belleza, nos compete a todos”, lapidó  Manuel Iris. En su momento, Carlos Alberto Rodríguez Delgadillo, también leyó ante poco  más de 70 personas en la Sala de Lectura: “‘Guía de forasteros’, siendo una obra de confrontaciones, no lo es de contradicciones. En este poemario Jorge Ortega dota de circularidad a cada uno de los textos. Dentro de sus espacios, a modo de leyes físicas, las palabras tienden a ascender, para caer; a dilatarse para contraerse; a pasar de la quietud a la aceleración, y no pocas veces, también se volatizan apenas se pronuncian, desaparecen en el aire y solo dejan registro en la memoria”. “Este libro viene a ser una suerte de complemento de ‘Devoción por la piedra’, en el sentido de que, sumadas sus lecturas, ambos imprimen el curso natural de la vida y el viaje a través de los instantes más significativos de la memoria del poeta. Con una conciencia palpitante, Jorge nos comprueba que aun cuando parezcan inmarcesibles, todas las cosas andan a su propio ritmo corroyéndose, y que nosotros, si hemos de ser ‘algo’, somos ante todo circunstancia, siempre forasteros”, concluyó Carlos Rodríguez. Finalmente, luego de dar a conocer “El ancla y el arado” y “Guía de forasteros” en espacios como el CECUT, la Casa de la Cultura de Mexicali, el Centro Cultural Riviera de Ensenada, la Feria Internacional del Libro de la UABC, el Palacio de Bellas Artes y la XXXIII Feria del Libro de Tijuana, entre otros espacios, Jorge Ortega confirmó a ZETA que este año también se presentará en el Festival de Poesía Tijuana-San Diego, Feria del Libro de Hermosillo, University of the Pacific (Stockton, California), Universidad del Cauca (Popayán, Colombia), Casa del Poeta de la ciudad de México, Festival de Literatura del Noroeste, hasta desembocar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).