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viernes, septiembre 20, 2024
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Clausuran bares a modo

El jueves 4 de junio, al día siguiente que Pedro Castillo abandonara su candidatura a diputado por el Partido del Trabajo (PT) Distrito 04, el gobierno de Jorge Astiazarán emitió un comunicado en el que informó sobre la clausura de cinco bares, “por incumplir con reglamentos municipales”, algo en lo que no se había ocupado desde hacía meses. A Castillo Chavoya se le relaciona con el manejo irregular de centros nocturnos y bares, algunos de ellos, coincidentemente, cerrados por el gobierno municipal, a la víspera de las elecciones del domingo 7 de junio. Él niega tener negocios de giro negro, o brindar protección para que terceros los operen fuera de la reglamentación municipal, pero confirmó a ZETA que sí fue amenazado y obligado a dejar la campaña para favorecer la candidatura de Rosa Aurora Martínez. “Me amenazaron, no por mis negocios, sino a través de mi familia”, expuso, para luego detallar que a una de sus hijas la amagaron cerrándole el paso mientras circulaba en su vehículo por una de las calles del Mariano Matamoros, mientras que a él, la amenaza le llegó vía telefónica, por un hombre que solo se identificó como “Raúl”. No descarta que la intimidación haya emanado del gobierno de Jorge Astiazarán, pero no puede confirmar nada. De lo que dice sí está seguro, es que en esto se encuentra implicado José Cañada (presidente del PT en Tijuana y actual regidor en el Cabildo de Tijuana); “él me vendió”, señaló.   Operación impune La O Bar, Ocean`s Night Club, África Men`s Club, Safari Bar y Coyote Bar son negocios de giro negro carentes de instalaciones adecuadas para operar como tales, además de no contar con permisos hacerlo y manejar horas extra a su antojo. Esa fue la razón por la que fueron cerrados temporalmente por la Dirección de Inspección y Verificación. Su clausura fue hecha pública apenas la semana pasada, aunque, a decir de Blanca Araujo González, jefa de Normatividad, Inspección y Verificación municipal, éstos fueron realizados en el transcurso “de los últimos quince días, en que hemos estado en actividades”, comentó el miércoles 10 de junio. En un recorrido efectuado por ZETA, se constató que algunas clausuras se habían ejecutado de cuando menos un mes atrás, sin que se publicara nada al respecto; tal es el caso de La O Bar, África y Safari, suspendidos el 23, 15 y 3 de mayo de 2015, respectivamente. Los cinco negocios no son de reciente creación, han operado durante años y bajo las mismas condiciones, sin que autoridad alguna se los impida, a pesar de que personal de Reglamentos sí “supervisa”, como lo hacen con otros negocios de alrededor, “sabe por qué hasta ahora los clausuraron”, comentó el propietario de un abarrote, vecino de uno de estos antros. Al menos cuatro de los negocios cerrados carecen de salida de emergencia, y ni qué decir de su ubicación o tipo de instalaciones. El viernes 5 de junio, el XXI Ayuntamiento dio cuenta de un nuevo operativo en el que, temporalmente, fueron cerrados cuatro centros nocturnos, al no reunir la documentación necesaria para operar; entre los que se enumeró: La Pasadita, Rubik`s Bar, La Baranda y Los Diablitos, con características físicas similares a los primeros cinco en los que se colocó el engomado de clausura. “El gobierno municipal continuará con este tipo de operativos para detectar negocios que funcionen de manera irregular, a fin de tener mayor control que permita salvaguardar la integridad de los consumidores”, ponderó la administración de Jorge Astiazarán. Después de esa fecha, y pasado el proceso electoral del domingo 7 de junio, no se ha sabido de otro operativos de esta naturaleza, realizado por la Dirección de Inspección y Verificación.   Llamarada de petate Durante los primeros diez meses de gobierno de Jorge Astiazarán, la clausura de negocios con venta de bebidas alcohólicas se efectuó con regularidad. Fue particularmente durante el primer semestre de 2014 cuando la Dirección de Inspección y Reglamentación, a cargo de José Antonio Olivas Heredia, reflejó mayores resultados de su labor, de cumplir y hacer cumplir la reglamentación vigente. Tan solo en ese periodo fueron cerrados casi medio centenar de negocios de giro negro; bares, cantinas y billares, entre ellos. A finales de septiembre del mismo año, se supo de la clausura de ocho establecimientos de ese tipo, pero ya no se informó más. Si Olivas Heredia procedió o no en contra de negocios con bebidas etílicas que incumplían el reglamento,  ya no se comunicó. ZETA requirió al funcionario dicha información, pero envió a responder a la jefa de Normatividad, a quien previamente indicó informar únicamente lo referente a los últimos 15 días, pero sin precisar los montos de las multas aplicadas y las causas particulares del cierre de cada establecimiento.

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