El Presidente del Instituto para la Protección de los Derechos Humanos (INPRODH), Enrique Carpizo Aguilar, impartió en Tijuana un curso de Interpretación Constitucional y Proceso de Amparo, hoy sábado 13 de junio, en el teatro de la Casa de la Cultura. Carpizo señaló en su plática ciertos presupuestos que deben considerarse para la actividad protectora de derechos humanos. De entrada comentó que la sociedad debe entender que el texto constitucional es vinculante no solo a las autoridades, sino a los particulares. “Quien desconoce a la constitución, auspicia arbitrariedades y discriminación” aseveró Carpizo, agregando que la moral imperante es la de “defraudar a la ley, irnos por la tangente para evitar las sanciones que la misma prevé”, conducta que lamentó sea común entre abogados que “fabrican inocentes donde hay culpables”. Otro presupuesto del que hizo mención fue el de la interpretación contemporánea del Derecho, que da lugar a “desviaciones del poder, que el Estado utiliza contra los particulares” por lo que afirmó deben establecerse limites, no atribuyéndose a las normas el contenido que se quiera. Señaló debe maximizarse el alcance de los derechos humanos y darle igual jerarquía y rigor a los tratados internacionales que a la Constitución, así como establecerse los mecanismos para una efectiva indemnización para toda violación a los derechos humanos, evitándose de esta manera que estos asuntos trasciendan a instancias judiciales internacionales. Además, afirmó que las formalidades procesales no deben configurar un obstáculo para el acceso a la justicia. Sobre la nueva ley de amparo señaló “de nueva no tiene nada… es un empeoramiento de la anterior”, explicando sobre la misma que la figura del interés legitimo no funciona, no haberse obtenido el amparo contra particulares que se esperaba, las modificaciones en los plazos en perjuicio del promovente en materia penal, agraria y administrativa, lo que deja “manga abierta a la arbitrariedad”. “El tema de los derechos humanos ha sido algo verdaderamente abandonado en nuestro pais, si bien hemos tenido avances en la legislación, lo cierto es que el problema no es de leyes sino que es la operatividad de los funcionarios públicos” declaró Carpizo en entrevista con ZETA. “Tenemos una CNDH liderada por una persona con muy poca calidad humana, con muy poca efectividad en el ámbito de los derechos humanos, que verdaderamente a mi como presidente de INPRODH me tiene decepcionado” agregó, refiriéndose a Luis Raúl González Pérez, quien preside el organismo. “Uno de los principales problemas en México no es la ausencia de instituciones, sino la ausencia de personas capacitadas para poder en un momento dado defender los derechos humanos con razón, con base en la constitución” consideró, señalando González Pérez tan solo ve el beneficio de una nómina suculenta. “Si bien tenemos instrumentos normativos oportunos lo cierto es que las autoridades del Estado no están jugando un papel en la tutela y preservación de los derechos humanos” concluyó.