Algunos de los hallazgos fotográficos de Alfonso Lorenzana pueden apreciarse en la individual “Medley”, inaugurada el sábado 9 de mayo en la galería La Blástula, que coordinan Julián Plascencia y Samantha Luna, apertura a la que acudieron más de 50 personas en aquella noche fría. El reconocido artista agradeció a los galeristas, ya que desde su exposición “Tatú. Tatuajes y Perforaciones” de 2007 no exhibía: “Para mí es muy grato volver a presentar una exposición individual después de un lapso de siete años, y hacerlo en un espacio que surge gracias al esfuerzo de la iniciativa independiente, en este caso por una invitación de Julián Plascencia y Promotora de Cultura de Baja California”. Integrada por 18 placas fotográficas de pequeño y mediano formato, en “Medley” Lorenzana muestra, entre otros registros e intereses plásticos, asombrosas expresiones captadas a músicos y cantantes como Astrid Hadad; y cuando se le pregunta qué busca captar al tomar semejantes imágenes, no duda en contestar al reportero: “Quiero encontrar algo que no haya visto, quiero encontrar algo que no haya sentido, eso es lo que busco, porque no me gusta estar repitiendo esquemas, siempre voy en búsqueda de algo nuevo, de una sorpresa, una imagen fugaz que no he visto, una sombra, una luz. Ando en búsqueda de algo que no tengo, tras una emoción, una atmósfera, un sentimiento que ahí anda flotando; yo voy detrás de eso”. Lorenzana también prefiere, entre otras de sus fotografías, la que captó a Azzul Monraz en plena actuación a ras de suelo en el escenario: “La de Azzul Monraz es una de mis favoritas de la exposición porque precisamente esa imagen refleja qué es lo que busco, esa imagen es un gran hallazgo para mí porque justamente puedo hablar de la música, del escenario, de la energía que se desencadena, a través de una imagen que no sea tan obvia y que yo no había visto, yo creo cientos de veces habían pasado y no había reparado en ella, esas imágenes ando buscando, igual pasan y no las veo, pero ahí dije ‘esto sintetiza muchas cosas sin que sea una imagen tan evidente’; adivinas que es ella o puede ser ella, pero no sabes si es ella, por eso me gusta mucho”. A pesar de contar con un invaluable archivo con miles de imágenes captadas durante cuatro décadas, Lorenzana confesó que, por el momento, no está documentando, sino más bien creando: “No lo he pensado ni lo he planeado porque estoy concentrado más en crear nuevas fotografías que en dedicar mi tiempo en estar encerrado y estar clasificando y poniendo en orden todo el desordenado archivo que tengo, por otro lado, en ocasiones he pensado en publicar de una manera formal un libro parte de ese archivo porque son diferentes temas, sí lo he pensado de una manera muy vaga, pero no he hecho una decisión; ahora de que por otro lado tampoco llueven las ofertas para publicar, aunque de repente ves publicaciones de fotografía, libros regionales, que digo ¡qué desperdicio!, habiendo tan buenos fotógrafos, tan buena producción, a veces hay una selección pésima, descuidada, y se invierten miles de pesos ahí que se desperdician de alguna manera”. Lamentó: “Vemos también en el tema de la escasa edición de libros fotográficos regionales los contrastes editoriales entre, por ejemplo, las cuidadas ediciones del CECUT de obra fotográfica y otras de la UABC que reflejan una falta de cuidado en la edición”. Finalmente, el artista compartió: “Seguir produciendo es mi propósito principal, ése es mi propósito diario, a mí me motiva mucho encontrar nuevas imágenes, sigo detrás de más imágenes”.
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