Desde el inicio de la narcoguerra por el control de la plaza del narcomenudeo en La Paz, Felipe Eduardo Guajardo García “El 28” había permanecido en el anonimato. De acuerdo a algunas de sus declaraciones, que obran en expedientes oficiales en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), los narcomenudistas y policías municipales, estatales y ministeriales, sabían de su existencia únicamente por llamadas y mensajes de texto, pero hasta entonces era físicamente desconocido. Los delincuentes bajo su mando recibían instrucciones vía celular e ignoraban la identidad del jefe criminal. Los agentes de seguridad no sabían quién estaba detrás de la línea telefónica, cuando en varias ocasiones y tras la captura de algunos sicarios en La Paz, recibieron llamadas telefónicas a sus teléfonos celulares y fueron amenazados de muerte por el principal responsable de la ola de violencia que vive la capital sudcaliforniana. “Soy ‘El 28’”, solía presentarse, y después hablaba: “Esto me lo van a pagar, hijos de su puta madre. Cuando nos topemos van a chingar su madre, frente a frente, putos, bato a bato, a ver si muy vergas”. Después de la captura de Víctor Barraza Martínez “El Vidal” o “El Víctor”, la SEIDO abrió la averiguación previa bajo el número de expediente PGR/SEIDO/UEIDCS/605/2014, ya que tenían información de que el detenido era “El 28”. Sin embargo, durante el interrogatorio en el Centro de Arraigo de la SEIDO y tras declarar a Víctor Barraza Martínez y a cinco de sus cómplices, detenidos el 26 de noviembre de 2014 en una casa de seguridad en Calle Gilberto Mendoza, Colonia Civilizadores de La Paz, terminó por descartarse que haya sido capturado la noche del operativo encabezado por la Secretaría de Marina, Ejército Mexicano y Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur. Desde entonces -y según un agente de investigación federal- iniciaron las indagatorias para develar el misterio de su identidad, y desde luego, dar con su paradero, detenerlo y llevarlo ante la justicia. Hasta el momento y de acuerdo al último recuento de ZETA, la ola de violencia suma 99 en total, 53 de ellos caídos de julio a diciembre de 2014, 39 de enero a la fecha, 20 de los cuales en plena época electoral y siete más en Los Cabos. La captura de Juan Antonio Martínez Rosas “El Furby” -perpetrada el 22 de diciembre del año pasado- arrojó más información sobre “El 28”, luego de que junto con sus compinches, fue interrogado en el Centro de Arraigo de la SEIDO. “Es blanco, cabello castaño, corto y con entradas de calvicie, poca ceja, ojos negros, nariz ancha, bocha chica, orejas grandes, con barbilla y sin bigote, de complexión robusta y de estatura mediana”, describió “El Furby”. El sicario agregó conocerlo desde tiempo atrás, cuando llegó a La Paz procedente de Monterrey, Nuevo León. Afirmó que tiene aproximadamente 35 años de edad, inclusive ofreció un domicilio privado del jefe criminal en la colonia Pueblo Nuevo. Sin necesidad de presionarlo, el ex agente de la Policía Ministerial del Estado dijo tener información de que “tenía dos hermanos vinculados en las actividades criminales, uno de 40 años y otro de 28, aproximadamente”. Durante la investigación federal, la cual duró alrededor de seis meses, agentes de investigación de la SEIDO lograron obtener mayor información de los dos hermanos de “El 28”. Según el expediente oficial, se trata de: * Jorge Alberto Guajardo García, de 40 años, con dos domicilios. El primero en Avenida Francisco I. Madero Oriente número 1334, Colonia Centro en Monterrey, Nuevo León; el segundo, en Calle 5 de Mayo, Colonia Centro de Zuazua, Nuevo León. * Carlos Alberto Guajardo García, quien tiene orden de captura por parte de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), por el delito de conspiración por trafico de drogas en McAllen, Texas. El primero de ellos fue descrito como “alto, delgado, blanco, cabello corto con entradas de calvicie, orejas grandes, nariz grande”, quien siempre viste botas, cinto piteado y sombrero, además de un marcado gusto por las carreras de caballos. El segundo fue descrito como “de estatura mediana, moreno, cabello corto, ceja grande, orejas grandes y de bigote, cara redonda y algunas marcas de granos en la cara”. La red de vínculos La investigación condujo a los agentes federales a revisar expedientes de crímenes y capturas, e indagar mayor información en los teléfonos y equipo de cómputo incautados a los 30 sicarios detenidos y sujetos a procesos penales en La Paz, Nayarit y Jalisco. De acuerdo al expediente, “las llamadas y mensajes de texto de amenazas en contra de policías municipales, estatales y ministeriales, salían de un teléfono celular con Lada de Monterrey, Nuevo León, con el número 811-852-1252”. Según un agente federal consultado por ZETA, de esa manera pudieron desenredar la madeja de la estructura criminal de este grupo, principal responsable de la ola de violencia en La Paz. Tras seis meses de investigación, pudo establecerse que: * Jorge Alberto Guajardo García es, presumiblemente, el líder del grupo criminal “Los 28” y contacto directo de Dámaso López Núñez “El Licenciado” y Dámaso López Serrano “El Mini Licenciado”. Opera desde Monterrey, Nuevo León, y se desplaza constantemente a El Dorado, Culiacán, La Paz y Los Cabos. Tiene bajo su dominio el tráfico de drogas que sale de Nuevo León hacia Tamaulipas y Coahuila, y posteriormente, hacia la frontera con Texas, Estados Unidos. * Felipe Eduardo Guajardo García “El 28” es responsable de las operaciones criminales de su hermano mayor, quien actualmente pelea la plaza del narcomenudeo con “Los Pepillos” en la zona sur y “Los Mayitos” en la zona norte de La Paz, y planea pelear la plaza de Los Cabos. En los expedientes, los pocos sicarios que dijeron conocerlo lo reconocieron, para describirlo como la persona que ordena los asesinatos en contra de los rivales, y a quien identifican como “El 28”, el cual vive en La Paz y se desplaza seguido hacia Los Cabos. * Carlos Alberto Guajardo García es responsable de logística y reclutar armamento en Coahuila y Tamaulipas, además de contratar pistoleros en Sinaloa y Sonora, y enviarlos a La Paz y Los Cabos. Sobre este tema, un integrante del llamado Grupo de Coordinación de Seguridad Pública de Baja California Sur, reconoció que el grupo criminal de “El 28” es por ahora el más violento, porque “traen la escuela de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León”. En el último mapa delictivo elaborado por autoridades federales y militares, Felipe Eduardo Guajardo García figura como el jefe criminal de las células delictivas encabezadas por los siguientes sicarios: * Melissa Margarita Calderón Ojeda “La China”, brazo armado en La Paz. * Raúl Castillo de la Rosa “El Cochi”, brazo armado en Los Cabos. * Alejandro Carrasco Torres “El Oso” o “El Enano”, quien presuntamente habría llegado a reforzar las actividades criminales de las primeras dos células delictivas. Cabe destacar que este último fue detenido el viernes 1 de mayo por agentes de la Policía Estatal Preventiva y de la PGJE, mientras circulaba armado a bordo de un vehículo sobre la Avenida Padre Kino y Miguel L. Legaspy, Colonia Los Olivos de La Paz. El sicario llevaba consigo una pistola 9 milímetros fajada en la cintura, y era acompañado por otro pistolero identificado como Everardo García Silva, ambos originarios de Culiacán, Sinaloa. Ambos viajaban en una camioneta Nissan Juke de color plata, placas de circulación CZR-7679. Al marcarles el alto y hacer una revisión, se detectó el arma. Los dos detenidos, el arma y el automóvil fueron consignados a la Agencia del Ministerio Público de la Federación de la Procuraduría General de la República (PGR). Sin embargo, Alejandro Carrasco Torres “El Oso” y su acompañante salieron libres un día después, bajo fuertes sospechas de corrupción, y la madrugada del 4 de mayo fueron atacados a tiros alrededor de las 4:30 am, en una casa de seguridad marcada con el número 2717 de la calle Venustiano Carranza, entre Antonio Navarro y 5 de Febrero, Colonia Los Olivos en La Paz. En el ataque murieron tres sicarios a cargo de la célula de “El Oso”. Fueron identificados como: * Everardo García Silva, de 36 años, con antecedentes penales en Ensenada y San Quintín, Baja California, por delitos contra la salud, según un registro de la PGR. * Humberto de la Rosa Rubio, con antecedentes penales en Culiacán, Sinaloa, por delitos contra la salud. * Martín Aboytes Zavala, recientemente liberado del Centro de Reinserción Social de Los Mochis, Sinaloa, tras cumplir una condena por delitos contra la salud. En la escena del crimen, la PGJE encontró cartuchos percutidos calibre 9 milímetros, .223 milímetros y 7.62 x 39 milímetros, un cargador calibre 40 y seis cargadores calibre .223 milímetro; así como una pistola calibre 40 y un rifle de asalto R-15. De igual manera, se registró el hallazgo del cuerpo de una mujer en una brecha de terracería de la colonia El Maurel, al sur de La Paz y, según el médico legista, fue torturada y asesinada a golpes. Se le identificó como Elsa Tomasa Cervantes Ancheta, de 26 años, con antecedentes por delitos contra la salud.