21 C
Tijuana
viernes, octubre 18, 2024
Publicidad

“Es difícil creerle al gobernador”: jornaleros de San Quintín

A punto estuvo de brotar de nuevo la violencia y los desmanes en San Quintín el viernes 24 de abril, cuando los alrededor de 7 mil jornaleros y familias reunidas afuera del Centro de Gobierno escucharon de sus líderes que, después de cuatro horas de reunión con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava y senadores, no había respuesta sobre el aumento salarial solicitado.   Fermín, Fidel, Faustino y hasta Carlos Hafen, el único agricultor que sí paga los 200 pesos que exigen los jornaleros de la región, hubieron de calmar los ánimos, uno por uno, pidiendo una vez más, paciencia a todos los compañeros en la lucha y aguantar los 15 días más que puso el Estado como tregua. No obstante, reiterando las vías pacíficas de su movimiento, los líderes han vuelto más combativo su discurso político ante los medios. Minutos antes, a unos cuántos kilómetros de ahí, en un salón del hotel Misión de Santa Isabel, el subsecretario de Gobernación, en una apresurada atención a medios, festejó la encerrona con los jornaleros y funcionarios estatales en lo que llamó intercambio de impresiones e ideas: “Donde hemos tenido una enriquecedora mañana y tarde, respecto al problema que es nacionalmente conocido y que a todos les ha dolido”. Inmediatamente se refirió a los acuerdos tomados por ese “gabinete de trabajo” donde a los legisladores federales, líderes de la Alianza de Jornaleros y diferentes funcionarios estatales, se agregaron los senadores de la Comisión de Derechos Humanos, presididos por Angélica de la Peña Gómez, además de Benjamín Robles Montoya, Hilaria Domínguez Arvizu, Adriana Dávila Fernández y Víctor Hermosillo Celada, del PRD, PRI y PRD.    Anunció que en los próximos 15 días esa nueva comisión se estaría reuniendo para dar seguimiento a una supervisión exhaustiva a los todos los campos agrícolas por parte de inspectores de las correspondientes delegaciones federales del trabajo, salud y educación. Que revisarán los contratos colectivos del trabajo, las condiciones de higiene y seguridad en las empresas, invitarán a los sindicatos y patrones para verificar que cumplen en tiempo y forma; además de analizar la situación de los niños, jóvenes y mujeres en los campos, y que de existir acoso o abuso sexual, se actúe en consecuencia ante el Ministerio Público. Otro compromiso de Gobernación fue formalizar un convenio con el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA) para garantizar la educación de los jóvenes sanquintenses, “un análisis profundo sobre las diversas poblaciones, asentamientos étnicos y donde haya alcoholismo, drogadicción, abandono de familia”.  Dijo que esa reunión también iba a generar un fideicomiso entre los gobiernos Federal y del Estado  “para poder resolver el problema de los trabajadores de la zona”. Y recordó también la ausencia en la mesa del delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuando prometió la afiliación de todos los jornaleros, los hospitales, guarderías  y medicinas para la zona.  Agradeció y se despidió apresuradamente,  y atrás de él, el resto de funcionarios y legisladores flanqueados cada uno con escolta y asistentes saliendo por la puerta de atrás: “¡El salario… el salario!”, gritó una mujer a Miranda Nava. “Le faltó decir del salario”, le insistieron, entonces el funcionario dio media vuelta y dijo: “Ese tema estará resuelto en quince días…”. — ¡¿De cuánto es el fideicomiso?!, le gritó una reportera.   El guion federal   “¡Por favor! Por respeto a sus hijos y un futuro mejor tengan paciencia, por favor, ya estamos moviéndonos hacia enfrente”, calmaba los ánimos Carlos Hafen, el único agricultor considerado justo por los jornaleros de San Quintín.  Con altavoz y trepado en una camioneta insistía: “Son pasos, se comprometió ante los medios y ante nosotros, es la primera vez que pasa algo así, ustedes, todos ustedes lograron que él viniera para acá, denle el beneficio de la duda, ¡por favor! Es histórico, sentó al gobernador, ‘órale cabrón’, lo regañó, respuestas las tendrá en quince días, es su primera vez, no sabía a lo que venía, ya vino, ya se enteró…”. — “¡Sí sabía, se hizo pendejo!”, gritó alguien desde la multitud.  “Yo estuve en la mesa compañeros, y siento igual que ustedes, me gana el sentimiento, jamás vamos a ser traidores de ustedes”, les decía el profesor Fermín Salazar, otro de los líderes de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal para la Justicia Social. “Y sigo a pesar de las amenazas…  y esa respuesta que nos dio el subsecretario de Gobernación no la esperábamos, me siento profundamente agredido, igual que ustedes”. “Salí encabronado, salí molesto, porque ustedes han hecho todo el sacrificio de permanecer acá, jamás los vamos a traicionar, esta lucha debe continuar, no quiero dejar mis brazos a torcer, nos estamos desgastando con ustedes”. Finalmente se aligeraba  el ambiente hasta con ovaciones: “Compañeros, cuando ustedes aplauden, nuevamente tomo valor… agarro energía…”. Después de la encerrona con el subsecretario de Gobernación, legisladores federales y funcionarios estatales encabezados por el gobernador,  blindados con fuerte despliegue de seguridad federal y estatal, donde no hubo acceso a la prensa, los líderes de la Alianza de Jornaleros concluyeron que nada se ganó. Pero advierte, aunque parezca, no están agotadas todas las instancias. “El subsecretario de Gobernación simplemente vino a dar lectura a un guion escrito por el Presidente Peña Nieto, o dictado por el gobernador del Estado…”, aseveró Fidel Sánchez, líder y vocero de la Alianza de Jornaleros en paro. Lamentaron de entrada que no estuvieran en la mesa de diálogo por lo menos cuatro empresarios agrícolas que les habían prometido, y en cambio sí, el propio representante del Consejo Agrícola de Baja California que sigue sin ceder en la demanda salarial.  Por cierto del fideicomiso mencionado para la asistencia de San Quintín, ni siquiera se mencionó la inversión y, cuando se le preguntó al funcionario federal, no respondió. Consideraron que el subsecretario Luis Enrique Miranda Nava nada más “vino a recoger el pliego petitorio para analizarlo y dentro de quince días dar respuesta… sí, el mismo pliego que no leyó el gobernador, y creo que nunca lo va a leer”, dijo Fidel. Cuentan que Francisco Vega de Lamadrid prometió sentarse con los agricultores para buscar solución al problema: “Es difícil creerle al gobernador, siempre se ha reunido con sus amigos los agricultores pero jamás ha mencionado el tema central que le entregamos desde el 15 de octubre de 2014, le dijimos claro en nuestro escrito: ‘Señor gobernador, intervenga de manera directa e inmediata para encontrarle solución al problema de los jornaleros de Baja California’. A partir de esa fecha se ha reunido casi a diario con sus amigos agricultores”.    — Entonces, ¿qué esperan que suceda dentro de 15 días?, le preguntan a Fidel. “Yo diría que esperan ellos que suceda dentro de quince días… ellos sí tienen que comer diario, tienen un buen salario, pueden aguantar hasta el próximo año para darle solución de fondo al problema… nosotros no, nosotros queremos una solución urgente. “¡Que ellos esperen la respuesta de aquí a quince días!”.   “Que el gobierno espere nuestra respuesta en 15 días…”   Desde el mismo viernes 24 los líderes de la Alianza de Jornaleros estaría planeando el boicot económico internacional, que ya tuvo un primer eco semanas atrás, cuando en supermercados de California, ciudadanos invitaron a no consumir productos distribuidos por Driscolls y BerryMex. Ahora no se limitarían a Estados Unidos, sino a otros países donde cuentan con aliados en sindicatos y asociaciones, concientizando a los consumidores, a quienes llegan productos del Valle de San Quintín. “Están consumiendo fresa, están consumiendo la mora, el arándano, están consumiendo el tomate… se están consumiendo la vida de nuestra, la vida de los jornaleros se están consumiendo”, externa Fidel Sánchez a propósito de las toneladas de productos que salen de los campos agrícolas y que solamente en la primera semana de paro laboral, originó pérdidas de entre 80 y 100 millones de dólares, solo en cosecha de fresa. “Que los agricultores sientan lo mismo que estamos sintiendo. Esto no es un juego, ya empezó a caminar, va a depender de los productores, del gobierno, haremos saber al mundo la procedencia de lo que están consumiendo y el salario que tenemos aquí en San Quintín”. Respecto al escepticismo a que puede prestarse su pretensión, dice que igual como se dudó de la fuerza del paro laboral de jornaleros, cuando todavía decían las autoridades que solo eran 2 mil inconformes, cuando son alrededor de 30 mil, así pasará con el boicot económico internacional: “Ya veremos si funciona o no”. Consideran los líderes de la Alianza que la solución del problema no debió dar tantas vueltas cuando la respuesta está aquí: “El máximo cabecilla, y lo digo con todas sus letras, y no me preocupa que me vaya a pasar, sabemos que Kiko Vega nos puede desaparecer, sabemos que los agricultores nos pueden quitar la vida, los tres sindicatos charros… no nos preocupa, podemos perder la vida”. Reiteraron la complicidad de funcionarios de los gobiernos del Estado y Federal con los empresarios agrícolas como los Rodríguez de Rancho Los Pinos, los Valladolid de BerryMex, Driscolls. Han sido visitantes asiduos de estas empresas, presidentes desde Ernesto Zedillo, y el gobernador en turno: “Ahí han estado comiendo, bebiendo, bailando, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿qué hay en el Rancho Los Pinos que todos quieren ir? Peña Nieto también ha estado ahí”.       

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas