El 18 de marzo, la PGR detuvo al ex secretario general de gobierno de Baja California, Guillermo Trejo Dozal, y lo internó en el Centro de Readaptación Social de Mexicali, donde goza de privilegios y lujos, según versiones de custodios que solicitaron el anonimato, por temor a más represalias. Como parte de sus dispensas, aseguran los empleados del Cereso cachanilla, se encuentra en un área especial conocida anteriormente como Sala de Términos y que posteriormente se reasignó a Sala de Capacitación, en donde los agentes tenían cursos de capación en derechos humanos y otros temas que fueron suspendidos. “…incluso durante el mes pasado se cancelaron todas las certificaciones porque el lugar se encontraba ocupado”. También aseguraron, recibe visitas a cualquier hora y día de la semana, le ingresan comida del exterior y hasta una computadora laptop con conexión a internet le permiten usar, también le llevan mandado, cuadros y fotografías, cuestión prohibida en el penal. El que se encarga de mediar entre los oficiales y Dozal es Armando Arjona, un panista que amenaza a los custodios con correrlos en caso de que el ex funcionario tuviera cualquier inconveniente. Los empleados del Cereso manifestaron su molestia por la deferencia con que tratan a Trejo, que está interno por la comisión de un delito, mientras a ellos, el director Jesús Manuel López Moreno les restringe hasta los alimentos y los infracciona por el menor motivo. Expusieron que existen graves incumplimientos de seguridad por la falta de personal, un ejemplo de varios es que la aduana principal de acceso en donde deberían tener 8 elementos, actualmente laboran entre 2 y 3. También, que no se les permite introducir alimentos a sus áreas pese a tener que soportar turnos de 24 horas además de que aplica la llamada clave “23” por la que tienen que esperar para ser relevados, lo que puede significar hasta 5 horas adicionales a su turno. Aseguraron que López Moreno despide custodios sin razón, por ello 4 ya consiguieron su reinstalación y faltan otras 20 demandas por resolver. Finalmente refirieron respecto al accidente vehicular del 15 de mayo en donde falleció Guadalupe Arvallo Salgado, 2 de los agentes lesionados, recibieron la visita en el hospital del comandante estatal de Centros de Readaptación, Pedro Othón Barroso Valdez para intimidarlos. Según su versión el funcionario les prohibió hablar del incidente y de las jornadas laborales de 28 horas además de que en caso de mencionarlo les negarían la incapacidad por riesgo de trabajo.