Para generar mayores oportunidades para la comunidad sorda en Baja California, se requieren personas interesadas en la especialización y espacios para su desarrollo, manifestó Elizabeth Rodríguez del Centro de Integración Cultural y Desarrollo para Personas Sordas. Por las pocas oportunidades y el rezago educativo, las personas que no pueden oír, en su mayoría analfabetas, se encuentran en las calles vendiendo productos, pidiendo caridad o trabajando en alguna maquiladora. “Su educación no les permite un desarrollo para tener mejor empleo o calidad de vida”, comentó Rodríguez. De entrada no hay un censo preciso que informe cuántas personas sordas hay en Baja California, pues a pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dice que hay 17 mil, “…eso es muy cuestionable. “Sabemos nosotros que trabajamos con ello que no son datos reales, porque la mayoría de las familias todavía tienen complejos y esconden a los jóvenes. Cuando se hace un censo no se maneja el lenguaje de señas para cuando se está entrevistando a una persona, entonces se va omitiendo todo eso y no es la cantidad”. Insistió en que les hace falta educación y posibilidades de desarrollo, producto en gran medida de la poca cantidad de personas especializadas en el lenguaje de señas. “De los 0 a los 6 años es un proceso que no es atendido, entonces hay un rezago educativo. Ellos empiezan a integrarse después de los seis años con ese rezago”. Estima que en la entidad hay solamente 26 personas calificadas como especialistas, la mayoría de ellas desempeñando funciones escolares, más otro número de personas con preparación en Educación Especial. “Falta seguir impulsando la cultura, la difusión, la sensibilización, el trabajo duro, dar a conocer que es una comunidad que tiene otro lenguaje, otra cultura. Es como el inglés. Yo siempre pongo el ejemplo, que yo que soy una persona hispana aprendo inglés, pero no puedo darle formación a un americano, es muy diferente. Trasmitir conocimiento, desarrollo, no lo voy a poder hacer, si no me involucro en la comunidad, si no conozco su forma de vida, su forma de pensar, hasta que ambicionan. Si no conozco esa parte no voy a poderlos ayudar”, complementó Elizabeth Rodríguez. En entrevista, afirmó que las necesidades de la comunidad demandan especialidades académicas con grado de licenciatura, método que podría mejorar la situación.
Comunidad sorda sin espacios de desarrollo
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