MADRID (ESPAÑA). Don Eleucadio Ortega ha tenido que relatar ininterrumpidamente durante los últimos 30 días, el horror y la desesperación por la desaparición de su hijo Mauricio. “Estamos en pie de lucha exigiendo al gobierno que nos entregue vivos a nuestros hijos”, declaró Ortega en una rueda de prensa en Madrid, España, el jueves 7 de mayo, con motivo de la denominada Eurocaravana por los 43. Un viaje que desde el 16 de abril le ha llevado ya por once países de Europa, pidiendo solidaridad para encontrar a su hijo y a los otros 42 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en paradero desconocido desde que el 26 de septiembre de 2014, fueran atacados por policías municipales y desaparecidos en Iguala, Guerrero. Pero este campesino cafetero guerrerense no viene solo. Junto a él han viajado Omar García, estudiante y superviviente de aquel aciago día del que pudo escapar de ser asesinado o desaparecido, y Román Hernández, miembro del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM) Tlachinollan. “El gobierno pretendió burlarse de nuestra inteligencia, de la sencillez y humildad de nuestros padres. ¿Por qué simularon una búsqueda y terminaron el caso de manera mediática y política?”, dijo Omar sin vacilar a la prensa. Siete meses y medio llevan buscando a sus hijos y compañeros desaparecidos, y así lo han contado al mundo, meses antes por diferentes giras por Estados Unidos y Canadá, y ahora en las principales capitales de Europa -Oslo, Helsinki, Gotemburgo, Berlín, Viena, Roma, Milán, Zúrich, París, Marsella, Madrid, Barcelona y Bruselas-. Criticando la actitud de la administración de Enrique Peña Nieto, del anterior procurador Jesús Murillo Karam y de la actual responsable de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez, por su pasividad y falta de diligencia en la investigación. Ni en el basurero de Cocula donde el gobierno aseguró en un principio que habrían sido quemados, ni en las fosas encontradas a las afueras de Iguala con 28 cuerpos… “El gobierno nos ha estado engañando. Creían que aceptaríamos su palabra”, recalcó Don Eleucadio. “Pretendieron vendernos la idea de que fue el narco, pero en México no hay diferencia entre narco y políticos”, citó Omar, el aspirante a maestro. “Por eso en la próxima elección no vamos a votar, porque es votar por Guerreros Unidos. No vamos a votar por narcos”, enfatizó. El activista Román Hernández señaló a ZETA que lo más duro es ver cómo se está orquestando “una campaña de estigmatización y desprestigio encabezada por líderes de opinión que realizan sus informes en artículos periodísticos a modo, con fichas que les hace llegar el gobierno mexicano”. Hernández refiere los señalamientos realizados por el columnista Raymundo Riva Palacio de El Financiero, quien el viernes 1 de mayo relacionó a parte de los 43 normalistas desaparecidos con grupos criminales como “Los Rojos”; o el que el periódico La Razón difundió el 20 de abril sobre el costo de los viajes a Canadá y Europa, asegurando que ascendía a medio millón de pesos. Como pudo saber este medio, durante la Eurocaravana se han alojado en casas particulares y, en el caso de Madrid, los colectivos que los apoyan organizaron actividades para recaudar fondos, consiguiendo un total inferior a 30 mil pesos. La Embajada intocable Apoyados por más de 30 asociaciones, colectivos y plataformas ciudadanas de España (como Amnistía Internacional, SOS Racismo, Ecologistas en Acción o YoSoy132Madrid), los tres mexicanos que conforman esa minúscula comitiva de Ayotzinapa se dieron cita frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de España por la tarde. Convocatoria a la que acudieron cerca de 400 personas, una de las más numerosas de todas las realizadas en esta gira. El recorrido de solo un kilómetro de distancia, lo que separa el Ministerio de Exteriores de la Embajada de México en España, estuvo inundado de pancartas en las que se leían frases como “¡Que viva México sin tanta impunidad!”, “Asesinados por protestar en México” o “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Las reacciones de los madrileños y turistas ante una manifestación por 43 estudiantes desaparecidos al otro lado del Atlántico fueron de todo tipo. Ajenos al drama de Eleucadio y Omar, una mujer decía indignada: “No sé para qué vienen a protestar a España”, mientras que otro madrileño se preguntaba: “¿Qué es eso de Ayotzinapa?”. Por su parte, la mayoría de los que esperaban pacientemente en una parada de autobús, personas de todas las edades, sabían que se trataba de “los muchachos que se llevaron en México”. El objetivo de que la opinión pública europea por lo menos conozca y se pregunte por la desaparición de los 43 se estaba cumpliendo. Sin embargo, el propósito de protestar frente a la legación diplomática de México en España no se cumplió. La Policía Nacional paró la marcha a tan solo 50 metros de la Embajada. A los gritos de “Gobierno asesino que matas al campesino” y “Somos estudiantes, no guerrilleros”, se unió el de “Esta Embajada está ensangrentada”. No tenían esperanza de que ningún funcionario de la segunda Embajada más importante de México los recibiera, como tampoco sucedió en las de otras ciudades visitadas. Europa ¡escucha! “Que nadie diga que venimos a dar lástima a Europa. Venimos con la frente en alto”, señaló tajante Omar con verdaderas dotes de oratoria. Una Eurocaravana que recuerda a los socios comerciales de México que en este país no se respetan los derechos humanos. “El gobierno español tienen que revisar los acuerdos que hay con México. Que no se anteponga el interés comercial a los derechos humanos”, resaltó García, incidiendo en que su protesta quiere ser global, no solo por los 43 desaparecidos. “No podemos acostumbrarnos a vivir así, con muertos, decapitados y con 14 desaparecidos todos los días”, consideró. Gracias a la fuerza que les da la esperanza de encontrar con vida a los 43 de Ayotzinapa, Eleucadio, Omar y Román siguen con esta gira. Dusseldorf, Ámsterdam y Londres serán sus próximos destinos hasta el próximo 20 de mayo, cuando vuelvan a Guerrero. De España se fueron contentos. “Ver la solidaridad de toda esta gente… es una chingonería”, refirió entusiasmado Omar a ZETA, antes de concluir la marcha en Madrid. Su siguiente destino será otra caravana, pero esta vez por América del Sur.
Ayotzinapa alza la voz en Europa

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