En un pueblo en donde las mujeres eran muy infieles, el cura ha impuesto la moda de decir “me caí del puente”, con lo que todos los habitantes del pueblo asociaban a infidelidad. Cuando un cura nuevo llegó y las mujeres fueron a confesarse por caer del puente el cura fue a quejarse con el alcalde quien se echó a reír, a lo que el cura solo atinó en decir: – No se ría tanto, que su mujer es de las que más se cae. Autor: Un pastor.