Un grupo de padres de los 43 estudiantes desaparecidos en México hace más de seis meses pidió hoy ayuda al presunto líder narcotraficante del cártel de Los Rojos, Santiago Mazari Hernández, para que les explique lo que sepa sobre el paradero de sus hijos. A través de una pancarta colocada en la ciudad de Iguala, de donde desaparecieron los jóvenes el pasado 26 de septiembre, los padres de familia le dijeron al presunto delincuente, sobre el que pesa una orden de aprehensión, que están dispuestos a encontrarse con él. Los padres respondieron así a varias narcomantas en las que Mazarí se deslindó a través de los carteles colocados en diversos puntos de Morelos, de cualquier responsabilidad en la desaparición de los jóvenes, y acusó de ello a Federico Figueroa, hermano del cantante Joan Sebastian. Ambos provienen, según fuentes policiacas, de una escisión del cártel de los hermanos Beltrán. Según dijo en aquellas mantas, el gobierno federal buscaba implicarlo y asesinarlo para que no se conociera la verdad en el caso de la desaparición de los jóvenes. “Le pedimos de favor ayúdenos a dar con el paradero de nuestros hijos porque este mal Gobierno no ha sido serio con nosotros. Al contrario, nos ha lastimado con sus mentiras. Nosotros somos gente pobre y han pisoteado nuestra dignidad”, apunta la pancarta que hoy colocaron los padres. En una conversación con la agencia Efe, el padre de uno de los jóvenes, Bernabé Abraján, confirmó la colocación del cartel y dijo que todavía no han recibido ninguna llamada, pero que si la reciben estudiarán cómo pueden encontrarse con el presunto delincuente. “Háganos saber de alguna manera cómo puede ayudarnos. Gracias por su comprensión y esperamos que le llegue este mensaje”, añade la manta. Además, los padres realizan actividades informativas en el crucero de la carretera federal hacia Huitzuco y Tepecoacuilco, conocido como Rancho del cura. En la movilización, donde se reparten volantes con el rostro de los jóvenes desaparecidos, participan unas 60 personas que llegaron en dos camiones provenientes de Tixtla. La actividad no bloquea el tránsito y avisaron que pronto se retirarán. Los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecieron la noche del 26 de septiembre a manos de policías corruptos y por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca. Según la versión oficial, los policías les entregaron a los jóvenes a delincuentes del cartel de Guerreros Unidos, rivales de Los Rojos, quienes aseguran haberlos quemado en un basurero del vecino municipio de Cocula. Al parecer, los estudiantes fueron confundidos con miembros de Los Rojos. Los padres de los jóvenes continúan sin creer esta versión y, pese a que ya hay más de un centenar de detenidos, siguen exigiendo que se abran otras líneas de investigación. ZETA/SinEmbargo