Uno de los detenidos por el ataque a Aarón Kobisher Padilla admitió claramente que lo habían reclutado en la Zona Este de Tijuana para un “jale” y, ya estando en la delegación La Mesa, le entregaron un rifle. No sabía quién sería su víctima, pero la esperaron en la zona desde las siete de la tarde. Cerca del entronque del Bulevar Las Ferias y Avenida Las Américas, alrededor de la media noche del martes 7 de abril, le dijeron que tenía que matar al hombre que manejaba un pick-up Chevrolet Silverado. En una camioneta Durango de color guinda, perteneciente a los atacantes, iba un conductor y tres hombres armados. En la unidad de las víctimas, Kobisher, un amigo y su escolta. Francisco (Adolfo) Villegas Borbón -uno de los homicidas fallidos- explicó que cuando la Durango en que viajaban empezó a chocar al pick-up, para tratar de detenerlo, él y sus compañeros terminaron sobre el camellón, así que se bajó tirando al aire, luego se le entrampó el arma y huyó. También aseguró que no sabe para quién trabaja, quién lo contrató, ni conoce a los otros detenidos. Según él, quien iba recibiendo y dando las instrucciones era el que manejaba la camioneta Durango que usaron para atacar y fue abatido por el escolta de Kobisher. En sus primeras conversaciones, otro detenido tras la balacera, Carlos Ray Flores (purgó 15 años por homicidio en Estados Unidos) también admitió su participación. Afirmó que era su segundo “jale”, en el primero le habían pagado 10 mil pesos, incluso comentó que eran gente de “El Aquiles”. Habló de un “Pit” y un “Smaili” -Manuel Morales-, y después decidió negar su participación. Lo mismo hicieron los otros dos detenidos, Juan Carlos Cifuentes (antecedentes por delitos contra la salud) y Daniel Ramírez Eugenio (antecedentes por robo a casa habitación). “Lo pusieron”, consideraron los investigadores, ya que Kobisher había estado residiendo en el Distrito Federal por varios meses. Llegó a Tijuana el mismo 7 de abril, del aeropuerto se trasladó a ver a una joven a su casa, a dos cuadras de donde fue atacado. En conferencia de prensa, Miguel Ángel Guerrero, subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), comentó que las primeras pesquisas hechas sobre la mencionada balacera indicaban que no había sido un intento de secuestro, sino un ataque directo. “Sabemos que hubo disparos directos, hay tres armas largas, dos cortas calibre 223, entonces en las primeras indagaciones y lo primero que hemos logrado establecer, es que era un ataque directo, contra la vida de la persona”, precisó. Policías explicaron que la única razón por la que la víctima salió viva, fue porque las tres armas de los atacantes se “atascaron” y eso le dio tiempo al policía comercial que traía de escolta para reaccionar. De Kobisher, el objetivo del ataque armado, el Grupo Coordinación informó que lo que se sabe de él es que tiene un departamento en New City, también es dueño de una barbería -donde se sirven bebidas y dan masajes- en la Zona del Río, así como del yonke Tacoma en el Bulevar 2000. Personas cercanas a la víctima declararon que anteriormente tenía gente que cruzaba droga a Estados Unidos, pero algo pasó y se lo prohibieron desde 2014, “lo habían amenazado si volvía, por eso le había puesto escolta a su familia hace seis meses”. De igual manera, informaron que previamente había sido víctima de un atentado homicida. La Policía Estatal Preventiva lo detuvo el 14 de noviembre de 2013, pero no dieron detalles del motivo, mientras autoridades locales indicaron que existe un registro preventivo de Aarón Kobisher en Estados Unidos y en Baja California. MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA QUE CIRCULA ESTE 10 DE ABRIL