Iban Jesús y Pedro en la moto a toda velocidad cuando de pronto atropellan a un transeúnte. Jesús dice: – ¡Lázaro, levántate! Al ver que no pasó nada Jesús insistió: – ¡Lázaro!!! ¡Levántate!!! Y nada… Jesusito se irritó un poco y repitió en voz más alta: – ¡¡¡LÁZARO!!! ¡¡¡QUE TE LEVANTES!!!… Cansado Jesús se montó a la moto y le dijo a Pedro: – Vámonos, éste no es Lázaro. Autor: Anónimo de Ciencias Forenses.