Después de exhibirse en diversos recintos del mundo y en ciudades del país como el Distrito Federal, Guadalajara, Querétaro y Oaxaca, llega a la frontera una de las exposiciones estelares del Centro Cultural Tijuana (CECUT) para este año. Se trata de la muestra “La divina proporción”, a cargo del editor Franco Maria Ricci y el fotógrafo Massimo Listri, bajo la curaduría del maestro Giorgio Antei, a inaugurarse hoy viernes 10 de abril a las 7:00 pm en la Sala 2 de El Cubo del Centro Cultural Tijuana (CECUT).} Primero hay que recordar que “De Divina Proportione” (De la divina proporción) es el tratado matemático-estético publicado en 1509, escrito por Luca Pacioli, e ilustrado ni más ni menos que por Leonardo da Vinci, tal como se advierte en la entrada de la Sala 2. En el inicio del recorrido, en la ficha curatorial se avisa que “el título de esta muestra alude a ‘De Divina Proportione’ porque, de una u otra forma, las creaciones de Ricci y Listri se rigen sobre los mismos criterios de Pacioli: el equilibrio, la elegancia y la perspectiva. Ambos coleccionistas y amantes del arte, tanto el editor como el fotógrafo -en la estela de Vitruvio, Leon Battista Alberti y Leonardo da Vinci- identifican la ‘divina proporción’ con la Belleza”. Entrar a la exhibición “La divina proporción” es asomarse a una ventana perdida en el tiempo donde puede apreciarse, por ejemplo, la dramática serie “En busca del templo perdido”, compuesta por 12 catedrales barrocas de Nápoles totalmente abandonadas (de más de 100): “… la serie ‘En busca del templo perdido’ es sin duda una de las más estimulantes… al menos juzgando por la variedad de asociaciones que despierta en mí. El abandono, la desolación, los destrozos, la luz espectral -rasgos comunes a todas las fotos del ciclo- se relacionan invariablemente con el olvido y la pérdida. La sensación de melancolía es tan intensa que tiende a agotar el significado de las imágenes; sin embargo, acercándonos, intuimos que algo queda inexpresado, revuelto entre los pilares y los arcos, algo inalcanzable a la vista, asequible tan solo recurriendo a la ‘simpatía’”, expresa Giorgio Antei en su brillante ensayo “En busca del templo perdido” compartido a ZETA. En total, la muestra consta de 140 piezas donde también es posible admirar bibliotecas célebres no solo por sus libros, sino por la hermosura de su arquitectura, como la del Palacio Real de Turín, la biblioteca Palafoxiana de Puebla, la Franciscana de Lima, The Morgan Library de Nueva York, la de Petrópolis de Brasil; obviamente no pueden faltar majestuosas edificaciones de Suiza, Alemania, Inglaterra, Austria, España y, por supuesto, la arquitectura de Italia. “El florecimiento artístico y científico italiano que caracterizó los siglos XV y XVI en ciudades como Florencia, Roma y Milán, se debió en gran parte al rescate del ‘canon clásico de la belleza’, parámetro que -en la Antigüedad- determinaba la proporción artística partiendo de principios matemáticos y geométricos derivados de los planteamientos filosóficos de Pitágoras y Euclides”. Un elemento fundamental en las impactantes fotografías de Massimo Listri es la perspectiva, principio por el que el artista revela su fascinación en una entrevista realizada por Giorgio Antei precisamente a Listri, que el primero autoriza reproducir en parte a este Semanario: “Pensándolo bien, pondría en primer lugar a Brunelleschi, el inventor de la perspectiva. Yo me guío por sus principios, soy un alumno de su escuela. Claro, sin olvidar a Piero della Francesca, de quien he heredado la obsesión geométrica, obviamente sin alcanzar su altura, ese elemento sublime que caracteriza su obra. De los pintores flamenco he aprendido la importancia de los detalles y la iluminación”. En entrevista con ZETA, Giorgio Antei valoró la magna exposición del CECUT, a diferencia de las muestras que se han exhibido en otros espacios de México: “La exposición en Tijuana se diferencia porque en primer lugar es más grande, hay más piezas aquí; porque por primera vez se exponen interiores mexicanos, y se exponen de una forma que quieren ser muy visible, muy impactante; México tiene grandes obras arquitectónicas especialmente en lo privado, más que lo público. En lo público hay grandes cosas como el Palacio de Bellas Artes y como muchas otras; pero en las casas privadas, a menudo hay reales joyas que se conocen poco o nada porque precisamente son privadas, y a menudo están en el abandono por la misma razón, porque son privadas”. Finalmente, Antei expresó a este Semanario sobre la quinta y última exposición en México de la ya célebre muestra: “‘La divina proporción’ es como un himno a la belleza, una invitación al equilibrio humano”.