Ésta es otra de las exposiciones que más vale no perderse. Después de recorrer diversos espacios de México y Estados Unidos, llega al Centro Cultural Tijuana (CECUT) una parte del legado del maestro Ernesto Muñoz Acosta, a través de 19 piezas que convergen en la fabulosa exhibición “Zoología fantástica”. De manera tal que luego de exhibirse en el Centro Estatal de las Artes de Ensenada (febrero a mayo de 2011), Art’De Collectors en Los Ángeles (septiembre-octubre de 2011), Museo de Arte Contemporáneo de Matamoros (febrero-abril 2012), Centro de las Artes de Ciudad Victoria (abril-mayo 2012), CEART de Mexicali (marzo-mayo 2013) y CEART de Tijuana (junio-agosto 2013), ahora la obra de Muñoz Acosta puede apreciarse en la Sala Central de Exposiciones del CECUT, misma que fue inaugurada el viernes 17 de abril de 2015 por la noche. Aunque la retrospectiva que se exhibió en 2013 en el CEART de Tijuana titulada “El vuelo de mi hermano” constaba de 63 piezas, la que se muestra en el CECUT congrega 19 propuestas de mediano y gran formato de un total de 100 obras que el artista donó a los bajacalifornianos a través del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC). El artista plástico Jaime Delfín, el que más conoce la obra del maestro Ernesto Muñoz Acosta, expresó durante la inaguración que a las 100 piezas en poder del ICBC se sumarán 21 que el pintor donó en 2007, cuyo patrimonio consiste entonces en 121 obras de arte del artista recién finado; en todo caso, Defín advirtió que se trata de “la colección más importante del estado, ya que es la única que tiene el estado de un solo autor con este número de piezas”. Al ingresar al “zoológico fantástico” de Ernesto Muñoz Acosta (Guaymas, 26 de marzo 1932 – 11 de febrero de 2013), el espectador se adentra en las construcciones plásticas realizadas con toda suerte de materiales residuales donde el artista logra creaciones y seres barrocos y fantásticos explorados durante toda su vida. “Con frecuencia hago visitas a los tiraderos de basura. Ahí encuentro desperdicios de la sociedad de consumo en que vivimos. Con el tiempo podrían ser importantes, ya que los integro a algunas de mis obras”, se leía en las paredes del CEART de Tijuana en 2013, cuyas declaraciones conceden un norte sobre el proceso de creación del artista. “Ernesto Muñoz Acosta decía que él mismo se consideraba más que pintor un constructor, porque él partía precisamente de incorporar, a partir de un objeto ir construyendo su propia obra; sin embargo, uno de sus recursos y que se ve claramente en su trabajo es esta sobrecarga de elementos que hace que tenga esta cercanía al proceso de la pintura barroca”, expresó a ZETA Jaime Delfín el día de la inauguración en el CECUT. Por las paredes de la Sala Central de Exposiciones del CECUT ahora pueden apreciarse obras inconfundibles del artista de origen sonorense pero de raigambre bajacaliforniano como “Homenaje a Velázquez” (1998), acrílico sobre tela de 178 por 242 centímetros; “Sin título” (1999), óleo sobre tapete de 355 por 244 centímetros; otras como “Homenaje a Carlos Pellicer” (1994), mixta sobre tela; “Yoremito” (1997), mixta sobre madera; y algunas correspondientes a los últimos años de producción de Muñoz Acosta como “Los hilos” (2005), mixta sobre lona encolada en madera y hasta “Homenaje a Puccini” (2007), mixta sobre tela de la serie “Cartas de Praga”. La de Ernesto Muñoz Acosta es una obra “sorprendente e imaginativa”, expresó Pedro Ochoa Palacio en la apertura de la muestra. Hay que recordar que el legado del artista también puede disfrutarse en el catálogo de colección “Muñoz Acosta. El vuelo de mi hermano” (CONACULTA-ICBC, 2010). Finalmente, sobre su creación plástica, en el documental “Ernesto Muñoz Acosta. Vida y Obra” (CONACULTA-ICBC, 2011), bajo la producción ejecutiva de Jaime Delfín y Manuel Quintero como realizador, el artista dejó dicho sobre su obra: “Mi obra es puramente simbólica, es difícil de explicarla, yo mismo no sé explicarla… Son construcciones más que pinturas lo que yo hago. No sé si es pintura exactamente lo que hago, o construcción, o construcción-pintura, podría ser eso”.