Así dicen sus conocidos que anda Eduardo Ledesma Romo “El Ponchongo”: de capa caída. Primero, cuando de sorpresa se enteró de las acusaciones de corrupción sobre su jefe, el director de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld, y después por la renuncia de éste ante el desprestigio y falta de credibilidad hacia su persona, tras ser captado en flagrancia al utilizar un bien de la nación -un helicóptero de la CONAGUA- para trasladarse él y su familia al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, justo en los días del puente vacacional por Semana Santa. La tristeza de “El Pochongo” se debe, primero, porque él es el titular de la CONAGUA en Baja California, a invitación de Korenfeld, y porque además, lleva una excelente relación con el depuesto funcionario peñista. Bueno, presumen que ningún director de la Comisión Nacional del Agua había hecho tantas visitas a Baja California, y menos invertido tantísimos millones de pesos. La capa caída, pues, es porque no se vaya a quedar sin chamba y sin lana. Por cierto, Roberto Ramírez de la Parra, el segundo de abordo que fue de Korenfeld, es el encargado de despacho. A ver cómo le va al “Ponchongo” con él.