“Para qué madurar, si lo que sigue de madurar es morirse, podrirse”, anotó José Fors, vocalista de Cuca, quien el último fin de semana de febrero compartió escenario en Tijuana y Mexicali con La Lupita, Rostros Ocultos y Los Amantes de Lola, como parte de una mini gira por el Noroeste de la República Mexicana, donde reconectaron el vigor del rock entre más de dos generaciones. “Nosotros seguimos echando desmadre, lo que siempre ha querido hacer Cuca, rocanrolear, divertirnos nosotros, que la gente brinque, que los adultos sacudan la polilla, los chavos hagan ejercicio… nunca hemos sido una banda pretenciosa, la bandera es rocanrol, es fiesta, celebrar la belleza de la mujer mexicana”, apuntó el también artista plástico, quien junto a Carlos Avilés, Ignacio González y el nuevo guitarrista Alex Otaola, platicaron con ZETA previo a su participación. En una noche rocanrolera que se volvió clásica en el Auditorio Municipal de Tijuana, ante unos cinco mil asistentes, Los Amantes de Lola reconectaron el recuerdo interpretando “Beber de tu Sangre”, “Mamá”, “La Flor de Bagdag” y “Hotel”, entre otras con las que resucitaron la energía y espíritu del rock en la frontera. Luego del paso de Gasú y sus cómplices por el templete, apareció Rostros Ocultos frente a frente con los tijuanenses. Liderados por Agustín Villa “Cala”, los Rostros Ocultos se apoderaron de la experiencia tempranera de los asistentes, dejando en el aire, flotando, una galería de experiencias e interacción con temas como “El Final”, “Quisiera que Estuvieras Aquí”, “Abre tu Corazón”, “Quiero Más”, “Renacer” y “Dame una Razón”; además de “He Venido a Pedirte Perdón”, remake de la interpretación de Juan Gabriel, misma que registraron para el que será su próximo álbum a publicar: “En este 2015 siento que es el mejor momento de Rostros Ocultos, porque cambiamos la fórmula de trabajo, no es una banda de alguien. Y yo no me siento intérprete, todos trabajamos en la música de este nuevo disco que en marzo o abril estará en las calles, no hubo respeto a la melodía original, buscamos un contexto de lo que sentíamos los cuatro, resultado de seis meses de palomazos, y en la letra no existió una musa”, relató “Cala”, quien dijo al Semanario que entre los cambios está la ausencia de teclados, mientras que letrísticamente hablan sobre cuestionarse situaciones, como en “La Moneda Está en el Aire”, o de quitarse el ego en otras, ser honesto y criticar el entorno. El tercero en turno fue La Lupita, que comandada por Héctor Quijada y Lino Nava, atrapó al público en una avalancha en la que los melómanos cantaron y no se detuvieron de bailar, al ritmo y son de canciones como “Paquita Disco”, “Hay que Pegarle a la Mujer”, “Ja Ja Ja”, “Gavilán o Paloma”, entre otras, sin olvidar la más interactuada, “Contrabando y Traición”, en la que el público vació sus gargantas. Acto seguido, fue el turno de Cuca, que esta semana publicará el disco “La Venganza de Cucamonga”, un álbum de trece canciones inéditas y un cover del grupo El Personal, producción en el que la agrupación estrena guitarrista, con el que consideran haber rejuvenecido, ganando un sonido distinto y evolucionado. El álbum estará disponible físicamente en el festival Vive Latino, pero puede ser adquirido de manera digital a través de la página www.cucaoficial.com “Este será el disco con la portada más decente… hay un tema instrumental que suena a 007 pero vestido con piel negra, y un tema calmado, peliculesco, con un rollo más introspectivo”, replica Fors, quien adelantó a ZETA que grabaron “Caca Pop” como una crítica a las artistas pop: “Es una mentada de madre a las Belindas que habitan el planeta, e invitamos a Alex Lora a cantar con nosotros. Este disco retoma esa parte del rock de echar desmadre, de tocarse a volúmenes muy altos, con mucha energía. “Nosotros nunca fuimos una banda para llevar a tu novia, no era políticamente correcto. No cantamos canciones de amor, pero hoy viene aquel que nos conoció hace 25 años acompañado de su hijo y esposa. Seguimos hablando de personajes e historias que tienen un trasfondo, a pesar de ser irreverentes o con sentido del humor, siempre hay algo detrás. Es una manera chida de exponerla. El rock es la fórmula de la eterna adolescencia, no hemos cambiado. Nuestros papás siguen siendo Led Zepellin y Deep Purple”, agregó. El rock ha perdido esencia “El rock fue absorbido por muchos estilos musicales, y en los mejores casos, se volvió una actitud. Jaime López se sube con una guitarra acústica y su actitud es más rockera que los chavitos que tocan hoy en día”, precisó Alex Otaola, quien antes de integrarse a Cuca, fue guitarrista en Santa Sabina, La Barranca y San Pascualito Rey. A su vez, José Fors comentó que lo que se ha perdido del rock es el blues: “Se perdió la magia, el blues, porque a las nuevas generaciones les da hueva, pero de ahí es de donde viene y se diluye el rock; además, el rock se ha hecho producto, y la mierda flota. Cualquiera trae una camiseta de AC/DC y no saben ni quiénes son”, dijo. Por su parte, “Cala”, de Rostros Ocultos, dijo que lo más rescatable del rock actual es Cártel de Santa, pues lo considera un juglar: “No es de mi generación, pero escribe muy bien, tienen magia, es una bandota, tienen su propia identidad. Al igual que nuestro disco, tienen mucho de protesta y anarquía, cosas que debe tener el rock, pero que ha perdido. “Ahora lo más importante es el pop, es una mamada cómo mirar a Katy Perry con monitos, el rock siempre ha sido protesta, y de este género han tomado los demás. Cuando era chavito, me cagaban los Beatles porque sentía que ya habían hecho todo, era como mariachi en inglés. Cómo vamos a cantar rock en español, pero se rompió el estereotipo, lamentablemente ahora todos son rockstars, ya todos se pueden tomar selfies. Creo que el futuro es muy interesante porque vamos a tener que negociar la moral y la ética con las computadoras. Vamos a convertirnos en minerales, y las máquinas serán las cosas pensantes. Ahora el espacio-tiempo que nos toca, hay que intervenir divirtiéndonos y concientizándonos. Por lo menos que no todo sea caótico”, finalizó.
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