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sábado, octubre 12, 2024
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Raquel Tibol: sus pasos por el arte y el periodismo

La crítica e historiadora de arte Raquel Tibol, falleció a la edad de 91 años en la Ciudad de México, el domingo 22 de febrero. Secretaria de Diego Rivera cuando llegó a México en 1953, Tibol fue curadora, periodista, escritora, investigadora, historiadora y crítica de arte. Naturalizada mexicana en 1961, nació el 14 de diciembre de 1923 en Basavilvaso, Argentina. Cuando en 1998, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), recibió el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez”, recordó en entrevista con ZETA sus inicios en el periodismo desde México en la Cultura, Magazine, Diorama de la Cultura y Revista Proceso, pero sobre todo como columnista durante 20 años en el diario Excélsior que dirigía Julio Scherer García, por cierto, también recién fallecido, con poco más de un mes de diferencia: “Un día, cuando era director Julio Scherer, le toqué la puerta y le dije: ‘Julio, quiero estar en primera’, y me dio una columna que se llamó ‘Arte y público’, advirtiéndome: ‘Cuando escriba más de una cuartilla se la quito’, entonces mi última línea de la hoja siempre salía inclinada porque el papel estaba a punto de agotarse, siempre hacía la parábola del final, pero nunca escribí más de una cuartilla, de modo que tuvo que salir Julio Scherer de la dirección para que yo dejara de hacer mi columna, porque yo me salí junto con todo el grupo de 200 personas que se unieron a Julio Scherer. Yo empecé a publicar en México en el 53, de modo que llevo más de cuatro décadas publicando y no he interrumpido el trabajo, porque los libros los he hecho sin abandonar la publicación periodística”. Precisamente, su acervo bibliográfico congrega más de 30 títulos como “Historia general del arte mexicano. Época moderna y contemporánea”, “Buñuel y Remedios Varo”, “Siqueiros, vida y obra”, “José Clemente Orozco. Una vida para el arte”, “Diego Rivera, arte y política”, “Frida Kahlo, una vida abierta”, “Diego Rivera. Luces y sombras”, por citar solo algunas. En todo caso, su extensa bibliografía es fundamental por sus investigaciones sobre el arte mexicano y sus contextos mundiales. “Puedo decir que no he sido un best-seller, aunque debo contar que un catálogo de Rufino Tamayo, que fue editado exclusivamente en japonés para una exposición de Nagoya de la que fui co-curadora, se vendió la chiquita cantidad de 17 mil ejemplares; en México se editan mil, cuando mucho 2 mil ejemplares. Pero nunca he buscado el best-seller, he buscado que mis libros sirvan a la gente y a los estudiosos, a los que quieren conocer más de un artista”, recordó Raquel Tibol en aquella memorable entrevista con este Semanario. Finalmente, hay que recordar que fue Tibol quien bautizó como “neofrescos” las obras pictóricas del maestro Álvaro Blancarte en 1990, cuando el artista sinaloense radicado en Tecate ganó el primer lugar  de la IV Bienal Plástica de Baja California: “Presenté unos cuadros que se llamaban ‘Una perra llamada la vaca’, con texturas de marmolina, encolados; entonces Raquel Tibol dijo: ‘El primer lugar es para los neofrescos de Álvaro Blancarte’; se refirió al fresco traído a la época, fue un halago de Raquel Tibol para mí”, reconoció Blancarte en alguna entrevista con ZETA. Como sucede con los grandes autores, muere la persona pero queda su legado en su extensa bibliografía, que recoge sus pasos por el arte y el periodismo.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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